martes, 17 de diciembre de 2013

Tiempo de espera

Este es el tiempo de la espera.
Espera María, tras decir: «Hágase».
Espera José, confiando en el Dios de los sueños.
Esperan los magos, ya en camino tras una estrella.
Espera, con miedo, Herodes, atrincherado en sus muros.
Esperan los pastores, que no tienen nada que perder.
Esperaron los hombres y mujeres de ayer, y esperamos los de hoy.
Que vengas. Que toques nuestra vida. Que llenes el mundo.

Sí, Señor, lo digo de verdad. No como una frase hecha, sino de veras.
Espero, con impaciencia, con anhelo, con la inquietud de quien sabe que algo grande está en camino, y con la incertidumbre de no saber muy bien cuándo o cómo llegará.
Con la ilusión con la que de niño esperaba los regalos de la noche de Reyes.
Con el nerviosismo con que alguna vez he esperado que saliera una nota.
O con la confianza de quien sabe que no le van a fallar…todo eso se mezcla en esta esperanza de Ti.
Pero el caso es que espero tu venida, tu presencia, a mi vida, a nuestro mundo, a la gente…
Y que lo espero significa también que lo deseo, Señor.
Quiero que te hagas muy presente.
Quiero que habites entre nosotros.
Quiero que plantes tu tienda en cada uno, que vuelvas fértil nuestra tierra.
Que ensanches los corazones y que llenes de luz los ojos… porque sé que, si eso ocurre,
todo será mejor.

De www.pastoralsj.org


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