domingo, 31 de agosto de 2014

La homilía de Don Julián para el domingo 31 de agosto

31 Agosto. XXII T.O. Mt 16, 21-27.

Jesús tiene que subir a Jerusalén, aquí ese “subir” significa “sufrir”, padecer, morir y resucitar. Y todo ello debe hacerlo y aceptarlo desde la más absoluta libertad de quien no huye ante un destino adverso, que conoce de antemano: “Nadie me quita la vida”, la ofrezco Yo por vosotros.
Jesús en su naturaleza humana, “igual a nosotros menos en el pecado” se sentirá abrumado por el dolor, horrorizado por el sufrimiento, desfigurado por los padecimientos… ¡Así es ejemplo para todos los hombres!
¡Pensar como Dios! ¿Es posible? Si creemos que fuimos creados a “imagen y semejanza”, no pensaremos como Dios, pero sí más cercanos a su pensamiento manifestado por Cristo en el Evangelio.
La cuestión es ser hijos de Dios y no venderse al Diablo. Recuerden aquel filme mundialmente famoso, “por un millón de dólares”, alquila para una noche el esposo a su esposa, los dos de mutuo acuerdo. “¡Vender el alma al Diablo!”, se dice con cinismo: “¡Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar…!”.
  • ¿Por cuánto nos vendemos nosotros?
  • ¿No venderíamos por un millón de euros?
  • ¿Nos vendemos por ciertas ventajas, favores, cargos o distinciones?
  • ¿De qué le sirve a un sordo tener cien orquestas?
  • ¿De qué le sirve al ciego tener todas las colecciones de pintura?
  • ¿De qué le sirve al paralítico disponer de instalaciones deportivas?
El sordo, el ciego, el paralítico cambiarían todo lo que tienen por recobrar el oído, la vista y las piernas robustas y sanas. Ya lo dijo Jesucristo: “¿De qué te sirve ganar el mundo si pierdes tu alma?”
Si prestamos oídos a Dios, en el silencio profundo divino oiremos decirnos a Dios: “Yo no te cambio a ti por nada”. Para Dios valemos tanto que para rescatarme de la prisión de la muerte eterna y darnos la vida eterna, pagó nuestro rescate con la vida de su Hijo.

No nos salgamos del camino trazado por Cristo. San Pedro propuso un camino alternativo, pero al camino trazado por Cristo no hay otro camino alternativo. “Nuestra vida se desgasta y desvive día a día, en un flujo imparable hacia el mar sin orillas de la muerte” ¡Nuestra ventaja! Que cada día vivimos con Él en nuestro corazón y Él es nuestra orilla.


domingo, 24 de agosto de 2014

La homilía de Don JUlián para el domingo 24 de agosto

“¿Quién es Jesús del Evangelio?”. 

Mat 16, 13-20
¿Quién es Jesús? Hay que tener mucho valor para responder, pues si como san Pedro respondemos que es el hijo de Dios. Dios verdadero, la gente nos preguntaría por qué no seguimos el modelo de su comportamiento. Dios .hecho hombre para salvarnos y para decirnos de palabra y obra cómo tienen que ser nuestras palabras y nuestras obras.
Jesús no era una persona corriente en sus palabras y en sus obras pero nosotros, sus seguidores, los cristianos queremos ser iguales a los no cristianos, y si es así, ¿para qué ser cristianos? Jesús nos dice: “¡No hace falta que le digáis a nadie que sois cristianos, por vuestras palabras y obras deben saberlo!”. Si creen que eres uno más del montón, si no ven y escuchan de ti algo distinto de los del “montón” es que tienes poco o nada de Cristo.
Las llaves de los poderosos y las llaves de la Iglesia.
Los poderosos tienen las llaves de las bombas, la de las armas destructivas, la de elaborar leyes apisonadoras, las del enfrentamiento de unas personas contra otras. ¿Y las llaves de la Iglesia? Tiene las llaves que Jesús le entregó: los Sacramentos. Mirar a Dios como padre, sentir a Jesucristo Salvador, dejarse guiar por el Espíritu Santo como instrumento que abren los corazones soberbios para poner en ellos humildad y amor. Buenas llaves son el Amor del Padre, la Salvación del Hijo, la Fuerza del Espíritu Santo.
  • ¿Crees que Jesús de Nazaret es Dios?
  • ¿Qué es lo que más te gusta de Él?
  • ¿Lo imitas, sigues sus pasos?
“Jesucristo ha sido para mí el radiante compañero de mi infancia, de mi adolescencia, y es ahora, y será siempre, el radiante compañero de mi vida profesional y familias…” (Luis de Furies, actor de cine).
¿Quién es Jesucristo para usted?
Si responde usted que es el Hijo de Dios y usted es seguidor suyo, debe preguntarse también:

  • ¿Cómo es su relación con Dios?
  • ¿Cómo es su relación con las personas?
  • ¿Cómo es su relación con la sociedad, lugar donde viven las personas?

miércoles, 20 de agosto de 2014

GASTAR LA VIDA......

Señor Jesucristo,
nos da miedo gastar la vida.
Pero la vida tú nos la has dado para gastarla:
no se la puede economizar en estéril egoismo.

Gastar la vida es trabajar por los demás
Aunque no paguen;
hacer un favor al que no va a devolverlo;
gastar la vida es lanzarse aún al fracaso,
si hace falta sin falsas prudencias;
es quemar las naves en bien del prójimo.

Somos antorchas
que solo tenemos sentido
cuando nos quemamos:
solamente entonces seremos liuz

Libranos de la prudencia cobarde
lo que nos hace evitar el sacrificio
y buscar la seguridad.

Entrénanos Señor a lanzarnos
a lo imposible.
Porque detrás de lo imposible
está tu gracia y tu presencia:
no podemos caer en el vacío.


domingo, 17 de agosto de 2014

La homilía de Don Julián para el domingo 17 de agosto

“Mujer, qué grande es tu fe”. 17 Agosto XX T.O. Mt 15, 21-28

¿Atiende, Dios, los ruegos que le hacemos? ¡Sin duda! Pero san Pablo dice: “nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene” (Rom 8, 26). ¿Quién acusaría a una madre de cruel porque no da a su hija pequeña un cuchillo que le pide para jugar con él? ¡Ya, ya! Usted me dirá que lo que le pide a Dios no es un cuchillo sino algo bueno, pero al mismo tiempo de pedirle a Dios usted está rezando: “Hágase, Señor, tu voluntad, en la tierra como en el Cielo”. ¿Usted quiere hacer la voluntad de Dios o que Dios haga la voluntad de usted?
Jesús sintió compasión… vió la fe de esa mujer pagana echada en tierra, a los pies de Jesús, y curó a su hija. ¡Sentir compasión!
  • Ante un anciano que se ha caído
  • Ante un niño hambriento y sucio
  • Ante un paralítico en silla de ruedas
  • Ante…
Pero, sentir compasión, lleva parejo atenderlos. ¿Quién los atiende?
Pedir con confianza
Un señor cruza un rio montado en su caballo. En mitad del río el caballo se detiene y no hay manera de hacerlo andar. El dueño le pega y suelta por su boca improperios. Una mujer, desde la otra orilla, le dice: “en vez de decir esas palabras casi blasfemas, sería mejor que usted rezara un Padrenuestro”. El señor, le respondió: “Es buena idea, pero no lo voy a hacer, no sea que al caballo en un arranque de piedad, le dé por ponerse de rodillas. Entonces me ahogaría”.
  • Hay que ponerse de rodillas, el engreído no lo hace.
  • Hay que ponerse de rodillas, el soberbio se cree dios.

¡La mujer se arrodilló y Jesús curó a su hija!

viernes, 15 de agosto de 2014

¿Para qué orar...?

¿Para qué orar?
Adaptado de un texto del P. Gregorio Iriarte O.M.I                                
  • Le pedí a Dios muchas cosas para disfrutar en la vida,
y Dios me dijo: Te he dado la vida
para que disfrutes de muchas cosas.
  • Le pedí a Dios que me diera riquezas,
y Dios me dijo: Te he dado capacidades y fuerza
suficiente para que tú
mismo las ganes con tu trabajo.

        Le pedí a Dios que me diera salud.
Y Dios me dijo: Tantas medicinas
hay en el mundo para garantizar tu salud.
  • Le pedí a Dios que me diera el éxito
en los exámenes,
y Dios me dijo: Te he dado inteligencia, memoria
y voluntad para que, por
ti mismo, triunfes en la vida.
  • Le pedí a Dios que me diera fuerzas
para dominar mis pasiones.
Y Dios me dijo: Te he regalado tantas personas
que te han acompañado,
desde niño, con su ejemplo y sus buenos consejos.
  • Le pedí a Dios que me diera paciencia.
Y Dios me dijo: La paciencia,
igual que las demás virtudes,
no se regala, se gana.
  • Le pedí a Dios que me diera la felicidad,
y Dios me dijo: Te he dado la vida.
Busca, por ti mismo, ser feliz.
  • Le pedí a Dios que me librara del sufrimiento
y Dios me dijo: Los sufrimientos
te dan el verdadero sentido de la vida
que siempre es precaria, débil y fugaz.
  • Le pedí a Dios que me hiciera crecer
en virtud y santidad
y Dios me dijo: Tú debes crecer por ti mismo.
Para eso tienes mi gracia.
  • Le pedí a Dios que me ayudara
a amar verdaderamente al prójimo
como Él nos ama.
Y el Señor se sonrió y me dijo: Muy bien, por fin
estás entendiendo lo que es la oración.....
  • La verdadera oración no es
para obtener regalos del cielo,
sino para lograr la fuerza interior necesaria

que nos lleve a asumir plenamente la vida y a responder siempre a los deseos de Dios que nos acompaña y ayuda con su gracia.

domingo, 10 de agosto de 2014

La homilía de Don Julián para el domingo 10 de agosto

IX T.O. 10 Agosto. Mt 14, 22-33
El miedo te hunde.
Un viajero se pierde en un bosque y se encuentra con una anciana ciega. Esta anciana le dice que sabe el camino y que le puede hacer de guía, aunque ya sea de noche. El viajero le dice: “Ya es de noche, eres muy anciana y además ciega”. La anciana ciega lo coge de la mano y le dice: “Camina conmigo y con plena confianza”. Así lo hizo y encontraron el camino.
¿Quién es la viejecita y ciega? La anciana es la fe. Es anciana porque existe desde siempre, no es un invento humano. Es ciega porque no ve a Dios, aunque nos da la confianza de verlo algún día en nuestra existencia.
Hay muchos que dicen: “Yo sólo creo en lo que veo”, sin darse cuenta que lo que se ve no necesita que se crea en ello, se ve. Creer es confiar, no ver. Creemos en miles de cosas que no vemos. ¿Por qué un alumno cree que el Sol está a 148 millones de kilómetros de la Tierra? El alumno cree al profesor. ¿Quién puede medir el amor? Todos creemos en el amor, aún después de que alguien nos haya engañado cuando decía que nos amaba.
El creer no depende de la inteligencia que uno tenga, sino del amor. Amar a Dios y amar al prójimo son los cimientos básicos para vivir una vida de Fe. La fe brota de la duda razonable: ¡Alguien ha hecho lo que existe! ¡Yo creo, aunque no lo vea, en ese Alguien!
Cree y confía. San Pedro comenzó a hundirse cuando empezó a dudar.


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viernes, 8 de agosto de 2014

Voive el Verano

Vive el verano


Cuando te despiertes por la mañana respira hondo, sonríe, y da a un aplauso a Dios. Se lo merece.

Ríete un poco de todo lo que no funciona a tu alrededor. No merece la pena que te enfades, y además con los enfados no se arregla nada. Cambia el entrecejo por la sonrisa.

Conecta con Dios cuando estés en contacto con la naturaleza, cuando estés con los amigos o en familia, cuando estés a solas. El siempre está a la escucha. No trabajes sólo por Él, aprende a gozar estando con Él.

Cuando te encuentres con alguien, ten siempre en la mochila una historia de salvación y de bienaventuranza para contar. Como María, ¿recuerdas?

Mantén una línea de creatividad y de belleza en lo que haces, piensas o compartes. Ya sabes que el ejercicio desentumece los músculos y que la belleza es una de las formas más bonitas de contar a Dios.

Crea en torno a ti un espacio ecológico donde se respeten especies tan raras como la reconciliación, la tolerancia, el respeto, la sensibilidad, el cariño.

Dedica tiempos para estar contigo y para descansar. Te lo mereces. No cruces deprisa el camino del corazón y haz fiesta.

Abre tus manos para compartir la vida. Siempre queda algo de fragancia en la mano del que ofrece rosas.

Pon el adjetivo “samaritano” a tu comunidad cristiana, a tu familia, a tus amigos, a tu corazón. Además de quedar bonito, tiene y comunica el buen olor de Jesús.

Apúntate cada día al Evangelio. Procurar dedicar al menos un minuto a leer una frase del Evangelio. Míralo como un hermoso proyecto para la humanidad del siglo XXI.

Entra cada día en la presencia de María y en ella contempla un principio de gozo y plenitud, de belleza y esperanza.

Sé la expresión viva de la amabilidad de Dios. Regala siempre una sonrisa a quien encuentres en tu camino.

No comiences la jornada sin tomar conciencia de que Dios está contigo. Y cuando llegue la noche, abandónate en sus brazos.

Lleva siempre en los labios una palabra de esperanza, en tus manos un gesto de paz, en tus pies un alivio para los que están en las orillas.

Cuida la vida, cuida toda vida. Es una hermosa forma de parecerte a Jesús.

 (Ciudadredonda.org)
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miércoles, 6 de agosto de 2014

QUEDA PROHIBIDO...

 Queda prohibido

Queda prohibido
levantarte un día sin saber qué hacer,           
tener miedo a tus recuerdos
Queda prohibido no sonreír,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños.
Queda prohibido no demostrar tu amor,
hacer que alguien pague tus dudas y mal humor.
Queda prohibido dejar a tus amigos,
llamarles sólo cuando los necesitas.
Queda prohibido no ser tú ante la gente,
fingir ante las personas,
hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,
olvidar a toda la gente que te quiere.

Queda prohibido no creer en Dios y hacer tu destino,
tener miedo a la vida y a sus compromisos,
no vivir cada día como si fuera un último suspiro.
Queda prohibido echar a alguien de menos sin alegrarte,
olvidar sus ojos, su risa, todo,
olvidar su pasado y pagarlo con su presente.
Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen más que la tuya,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha
Queda prohibido no crear tu historia,
dejar de dar las gracias a Dios por tu vida,
no tener un momento para la gente que te necesita,
no comprender que lo que la vida te da,
también te lo quita.
Queda prohibido no buscar tu felicidad,
no vivir tu vida con una actitud positiva,
no pensar en que podemos ser mejores,

no sentir que sin ti este mundo no sería igual.

domingo, 3 de agosto de 2014

La homilía de Don Julián para el domingo 3 de agosto

XVIII T.O. 3 Agosto. Mt 14, 13-21

Dadles vosotros de comer”
Piensen en la escena. Los discípulos le dicen a Jesús que corte el sermón y que despida a aquella multitud porque es tarde y los estómagos empiezan a quejarse. Los oyentes estaban encantados escuchando al maestro aunque sus estómagos los sentían vacíos. Los oyentes habían comprendido que “no sólo de pan se vive”, también se necesita sentir el alma y el corazón lleno de sentido de vida.
Una cosa es nuestro bienestar y otra nuestro estar bien. Si damos pan, pero no damos esperanza, ¿servirá para muchos? Aquella multitud prefería llenarse de esperanza escuchando a Jesús que llenar sus estómagos de pan. Se suele decir que “nadie da más que aquellas que dan esperanza”.
¿Qué damos nosotros? ¿Damos pan? ¿Damos esperanza? ¡Tenemos que dar y darnos! En el mundo hay hambre, hambre de pan, de cultura, de sanidad. Para solucionar estos problemas damos unas monedas. ¡En esto somos muy generosos! Pero no les damos amistad, una sonrisa, un poco de afecto a los pobres que están cerca de nosotros. ¿No es esto escandaloso?
¿Cómo podemos ser mejores? Nos responde la Madre Teresa de Calcuta:
Rezad, rezad todavía más y siempre. Sin oración no hay fe, sin fe no hay amor, sin amor no hay entrega de uno mismo y sin entrega no hay verdadera ayuda a los seres más necesitados”.



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