María es la madre que
ofrece paz
En el verano del año 431, los obispos estaban reunidos en el
concilio en la ciudad Efeso, en Asia Menor. Estaban tratando un tema delicado.
El hereje Nestorio decía que la Virgen María era la madre de Cristo, pero no se
le podía llamar Madre de Dios. Todos los habitantes de Éfeso estaban aguardando
las deliberaciones de los obispos. Cuando proclamaron que María era verdadera
Madre de Dios ya que Cristo era Dios, el pueblo organizó procesiones de
antorchas a las iglesias en plan de romerías. Fue el inicio de las Romerías
Marianas.
La humilde y obediente joven nazarena es proclamada, como
Ella misma dijo en el Magníficat,
“bienaventurada por todas las generaciones”.
También, hoy, estrenamos año. ¿Y qué propósito nos hemos
marcado para vivir mejor nuestra condición de cristianos?
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¿Vamos a evitar enfados?
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¿Vamos a evitar las desavenencias?
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¿Vamos a evitar los sentimientos de venganza?
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¿Vamos a evitar las envidias?
Hay que aprovechar el tiempo. Ahí está la máxima proclama:
“Carpe diem”, aprovecha el día, que decían los romanos.
¡Aprovechar la vida! Aprovechar cada acontecimiento para
acercarnos a Dios y manifestarle a los demás el gozo de vivir el Evangelio.
Hay un dicho que a mí me gusta mucho. Dice: “Adórnate con las rosas cuando florecen”.
Es decir, no dejes pasar ninguna oportunidad para hacer el bien. Aprovecha las
alegrías… pues si no las vives, tu vida será mustia. Aprovechad jóvenes vuestra
juventud porque un día se te irá y de nada valdrán tus lamentos.
¡Ten tiempo para Dios y para los tuyos!
Las personas de hoy siempre se están quejando: “¡No tengo
tiempo!” “¡Me falta tiempo!” Y pro falta de tiempo las personas cada vez se
sienten más solas. El zorro de “El principito” dice: “Los hombres ya no tienen
tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a los mercaderes. Pero no existen
mercados de amigos, los hombres ya no tienen amigos”.
Feliz año 2014. Y por favor. ¡Ten tiempo para Dios y para tu
familia!
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