domingo, 31 de mayo de 2015

La homilía de Don Julián para el domingo 31 de Mayo Santísima Trinidad

Santísima Trinidad. 31 de Mayo. Mt 28, 16-20
Nos santiguamos con frecuencia, pero ¿somos conscientes de lo que decimos al santiguarnos? Invocamos a la Santísima Trinidad. Una gran mayoría de futbolistas cuando salen al campo al comenzar el partido también se santiguan. ¿Se están encomendando al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo?
“En Dios vivimos, nos movemos y existimos…”, pero no lo creemos, o dudamos. Nos sucede como a aquel joven pez que le preguntó a un viejo tiburón: “¿Por favor, me puede decir dónde está el Océano?”. El viejo tiburón le respondió: “Este mar es el océano, estamos en él”. Pero el joven pez se alejó enfadado y murmurando: “¡No, esto es sólo agua! ¡Yo busco el océano!”.
La Santísima Trinidad duerme nuestro olvido en nuestra alma. ¿Qué ocurrirá cuando diga: “¡Aquí estoy Yo!”? ¿Resistiremos a su amor?
Un volcán en Filipinas permaneció dormido 600 años, pero en junio de 1991 despertó con tal violencia que lanzó a la atmósfera unos veinte millones de toneladas de azufre. Una nube gris en forma de hongo se elevó más de 30 km por encima del volcán y ocultó el sol: “Parecía el fin del mundo”.
Cuando la Santísima Trinidad se “despierte”, no escupirá cenizas y azufre, sino su amor trinitario: los corazones quedarán cubiertos de su Amor y nuestras vidas serán chispas divinas. ¿Desconfiamos más de Dios que de los hombres?
Un hombre se cayó por un precipicio, pero tuvo la suerte de agarrarse a unas ramas de árbol que crujía por su peso. Comenzó a gritar: “Socorro, socorro”. Una voz, que parecía venir del fondo del abismo dijo: “hijo, soy tu ángel custodio. No te preocupes, yo te cuido. Ten fe, déjate caer. Yo te recogeré con mis alas…”. Pero el buen hombre volvió a gritar: “¿Hay alguien más que me pueda ayudar?”.
El Misterio de la Santísima Trinidad es, como Misterio, incomprensible, pero se nos revela en pequeños milagros de amor. ¡Ama y comprenderás! Y recuerda:
No puedes comprender todo.
No puedes hacer todo a la vez.
No puedes amar y odiar a la vez.
No puedes hacer todo mejor que los demás.
No puedes ser feliz odiando.
Sé uno con Dios Trino, y aprenderás a:
a vivir con tus limitaciones.
a darte el valor que debes darte,
a no agobiarte con la soledad.



domingo, 24 de mayo de 2015

La homilía de Don Julián para la festividad de PENTECOSTÉS, 24 de ma yo de 2015


 
Pentecostés 24 de Mayo. Jn 15, 26-27; 16, 12-15

Dios habla en “signos” que es el mensaje que todos entendemos. El ruido del Cielo, el viento impetuoso, diluvio de fuego en forma de lenguas ígneas… ¡Desaparece el miedo y comienza el tiempo de la Iglesia!
 
El Padre Tom Entenener, presidente de Vida Humana Internacional, cuenta algo hermoso de la presencia y poder del Espíritu Santo. Un día estaba con un grupo rezando ante una clínica de aborto. En ese día 11 jóvenes entraron a la clínica. Ninguna de ellas aceptó la oferta de ayuda que ellos le ofrecían. Se sintieron tristes. Se preguntaban porque Dios no escuchaba sus oraciones.

Un año después, estando ante la misma clínica, una joven se les acercó. Entre sus brazos llevaba un bebé. Les preguntó si se acordaban de ella. El grupo dijo que no. Ella les explicó que hacía un año pasó a la clínica delante de ellos, que rellenó los papeles para abortar. En la sala de espera empezó a llorar y todas las demás chicas también, pero ella sintió una fuerza… abandonó la clínica y ahora gozaba con su bebé. ¡Ninguna oración cae en el vacío!

Hemos escuchado en el Evangelio: “Paz a vosotros”. ¿Abrimos nuestro corazón a la paz que nos ofrece Cristo?

Estaban con las puertas cerradas por miedo…”

Viene el Espíritu Santo y les abre el entendimiento y el corazón para comprender todo lo enseñado por el Maestro. Y tal es la valentía que reciben que las puertas de la casa en la que estaban escondidos y rezando se abrieron. Y es que el Espíritu Santo es “el dulce huésped del alma, el que da al esfuerzo su mérito”.

Los siete dones del Espíritu Santo pertenecen en plenitud a Cristo, Hijo de David. Completan y llevan a su perfección las virtudes de quienes los reciben. Hacen a los fieles dóciles para obedecer con prontitud a las inspiraciones divinas.

Don de sabiduría

Don de inteligencia

Don de consejo

Don de fortaleza

Don de ciencia

Don de piedad

Don de temor de Dios

¿Te consideras hijo de Dios? Entonces no te quejes, no te atormentes, no te deprimas. ¿A qué le temes si sabes que Dios está pendiente de ti? Tienes inteligencia, tienes dones, tienes talentos, entusiásmate con ellos, acéptate con ellos y haz de ti una obra de arte. En ti está el poder de no atarte a las cosas y descubrir tu felicidad ante ti. No olvides que las cosas no hacen felices. ¡Aprovecha tus capacidades! ¿Lo haces o eres un empedernido perezoso?
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domingo, 17 de mayo de 2015

La homilía de Don Julián para la festividad de la Ascensión del Señor, 17 de mayo de 2015


Ascensión del Señor 17 de Mayo. Mc 16, 15-20

Durante 40 días después de su Resurrección, Jesucristo estuvo preparando a sus apóstoles a sobrellevar su ausencia, aunque les enviará al Espíritu Santo. Cuarenta días en los que Jesús preparó la “estructura” de su cuerpo místico, la Iglesia.
 
Si Cristo hubiera permanecido visible en la tierra, la vista habría sustituido a la fe, por eso en el Cielo ya no habrá fe, porque le veremos; no habrá esperanza, porque la poseeremos; no habrá caridad o amor, porque estaremos gozando del amor eterno.

Jesús te dice:

Tú que te quejas y opinas:

Tú que reclamas lo que no recibes;

¿ya pensaste en lo que no das?

Tú que te lamentas porque sufres;

¿y no piensas en cuanto haces sufrir?

¿Tú que condenas el error;

¿te das cuenta de cuando yerras tú?

Tú que te dices amigo sincero;

¿ya has analizado como eres de sincero?

Tú que te quejas de penurias,

¿no te das cuenta de cuánto posees más que los otros?

Tú que criticas el mundo;

¿qué haces por mejorarlo?

Tú que sueñas con el cielo,

¿qué has hecho para extinguir el infierno?

Tú, que te dices modesto;

¿pero te sientes orgulloso de parecer humilde?

Tú que condenas el mal;

¿procuras difundir el bien?

Tú que te afliges con la pobreza;

¿has usado bien tus riquezas?

Tú, a quien le duelen las espinas,

¿cultivas rosas?

Tú que tanto lamentas las tinieblas,

¿vas esparciendo luz?

Tú que te quejas de soledad;

¿has brindado tu compañía a alguien?

Tú que te indignas contra la enfermedad;

¿qué has hecho por tu salud?

Tú que anhelas la concordia;

¿por qué en tu hogar siembras discordia?

Y yo te amo…

Ayúdame a cambiar al mundo empezando por cambiarte a ti.

Porque aunque tus ojos no me vean, estoy con vosotros.
 
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viernes, 15 de mayo de 2015

La homilía de Don Julián para la festividad de San Isidro, 15 de mayo de 2015


San Isidro. 15 de Mayo

El pozo de San Isidro

Posiblemente el milagro más famoso de todos es el que salvó a su hijo Illán de una muerte segura. Al parecer, mientras San Isidro se encontraba trabajando en el campo su hijo cayó en el interior de un profundo pozo. Cuando llegó se encontró a su mujer, Santa María de la Cabeza desesperada y lamentándose por lo que había ocurrido. Ambos se pusieron a rezar junto al pozo y pronto el nivel del agua comenzó a subir hasta que el niño salió a la superficie. Este pozo es el que se puede ver si se visita el Museo de los Orígenes o Museo de San Isidro en la Plaza de San Andrés.

El saco de grano misterioso

San Isidro tuvo un gran amor por los animales y su relación con éstos también desembocó en otro capítulo milagroso. Un día que había nevado nuestro protagonista se dirigía al molino cargando sobre sus espaldas un pesado saco de grano. De camino sintió pena por un grupo de pájaros que, por culpa de la nieve, no eran capaces de encontrar su alimento en el suelo así que decidió compartir con ellos parte del cereal que cargaba. Cuando llegó a su destino descubrió con asombro que el saco estaba otra vez lleno.

Comida infinita para los pobres

Otro episodio milagroso es el de la llamada “olla de San Isidro”. El Santo organizaba de forma periódica (en algunos sitios he leído que todas las semanas, y en otros que de manera anual) comidas para los más necesitados. El caso es que en cierta ocasión, el santo no contaba con alimento suficiente para tantos asistentes. Para tratar de remediarlo, a la vez que rezaba comenzó a introducir el cazo en la olla y ésta parecía no tener fin. Siguió sirviendo más y más comida hasta que todos quedaron saciados.

El cuerpo incorrupto

Seguimos con los milagros atribuidos al patrón de Madrid, éstos ya acaecidos una vez muerto. El primero de ellos es que murió en 1172 y fue enterrado junto a la Iglesia de San Andrés. Sus restos fueron exhumados décadas más tarde y descubrieron con asombro que el cuerpo estaba incorrupto. Este milagro va estrechamente ligado al siguiente…

Sanación de Felipe III

Para finalizar, quería hablaros del milagro que le valió la beatificación al Santo. Estando Felipe III gravemente enfermo, éste pidió que le llevaran el cuerpo de San Isidro para ver si de esta forma su salud mejoraba. Como os podéis imaginar, esta “visita” al monarca tuvo un inmediato efecto sanador y en agradecimiento, el Rey inició los trámites de una beatificación que tuvo lugar el 14 de abril de 1619.
 
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domingo, 10 de mayo de 2015

La Homilía de Don Julián para el 6º domingo de PASCUA, 10 de mayo de 2015


6 Pascua. 10 de Mayo. Jn 15,9-17

Hay un dicho: “hay muchos caminos en la montaña que llegan a Dios”, sin embargo, Jesús, dijo a san Pedro: “nadie viene al Padre sino por mí” (Jn 14,6) ¿Cuántos caminos hay para llegar a Cristo? Hay uno: ¡Amar a Dios y a los demás como Dios nos ama a cada uno de nosotros! ¡Amar con el Amor de Cristo! Porque, ¿qué es Dios? Dios es Amor.

El Señor nos da una recomendación que no debemos olvidar: “Permaneced en mi amor. Amad como yo os amo”.

Contaba un señor que su médico, que era Judío, se divertía haciendo bromas sobre sus respectivas religiones. Un día el médico le preguntó: ¿Cuál es para los cristiano el pecado imperdonable? El señor le respondió: “la blasfemia contra el Espíritu Santo. El judío le dijo: “¡No! El pecado imperdonable es amar a todos”. El Señor cristiano afirmó que eso no era pecado sino lo mandado por Dios.

El judío, con sorna le explicó:

·        Si un judío ama a los árabes, para los judíos eso es imperdonable.

·        Si un comunista ama a un capitalista, eso es imperdonable…

Ya ve, para la mayoría de las personas en todos los lugares está mal visto y es inaceptable amar a todos.

·        ¿Tenía razón el judío? Tengamos en cuenta las palabras de san Pablo a los Gálatas en la que nos dice que ya no hay distinción entre judíos y árabes, entre libres y esclavos, entre ricos y pobres, entre hombres y mujeres, porque todos somos hijos amados de Dios.

Como Dios nos ama a todos, todos debemos amarnos como hermanos. ¿Creemos o no en las palabras de Cristo en las que nos recomienda amar a todos?

Ser cristianos es mucho más que seguir y obedecer unas normas, es tener actitudes de Cristo.

Ser cristianos es pedirle que nos ayude a estar cerca de Él.

Ser cristianos es pedirle:

·        Dame entusiasmo para vivir cada día.

·        Dame valentía para buscar la verdad

·        Dame resignación para aceptar mis limitaciones.

·        Dame coraje para luchar contra el mal.

·        Dame lucidez para discernir el mal del bien

·        Dame valor para rechazar lo vulgar y rastrero.

Recuerda siempre:

“Como mi Padre me amó,

Yo también os he amado.

Permaneced en mi amor”.

Justo antes de la batalla de Trafalgar en 1805, el héroe de la armada Británica, Lord Nelson, vio a un almirante y un capitán de su flota peleando. Citó a los dos hombre, tomó sus manos y mirándolos les dijo: “Miren por allá está el enemigo, no aquí”.

El enemigo de los cristianos es no vivir como Jesús nos recomienda: “Permanecer en mi amor”.
 
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domingo, 3 de mayo de 2015

La homilía de Don Julián para el 5º domingo de PASCUA, 3 de mayo de 2015


5 Pascua. 3 de Mayo. Jn 15, 1-8

“Yo soy la vid, tu eres el Sarmiento”.

Un bebé después de su nacimiento depende de su mamá para ser alimento, cuidarlo y educarlo. Jesús nos viene a decir algo semejante a nuestra relación con Él: “Yo soy la vida, vosotros sois sarmientos. Mientras permanezcáis unidos a mí tenéis vida, si os separáis de mí no valdréis para nada”. ¿Y mi libertad, pregunta usted? La libertad no es hacer lo que a uno se le antoje. Tu libertad termina cuando fastidias a otros o vas contra ti mismo. ¿Por qué te obligan a llevar cinturón en el coche?

Para los cristianos, libertad significa llegar a ser la persona a que fuimos destinadas a ser por Dios.

Un hombre puede decir, “He ganado mi dinero y lo voy a gastar en la forma que deseo. Si quiero ir a los casinos, estoy libre para hacerlo. Si quisiera tomar drogas o mirar pornografía, lo haré”. Ese hombre no está libre; es un esclavo.

C.S. Lewis dijo: “No estamos hechos por igualdad. Estamos hechos para la obediencia y la adoración”. Un sarmiento no es igual a la vida a pesar de ser parte del mismo organismo. Un niño antes – y después- del nacimiento, no es igual a su madre, a pesar de compartir la misma naturaleza humana. Es verdad que mientras maduremos, logramos un cierto grado de independencia. No obstante, jamás estamos totalmente independientes. La ilusión de independencia desaparece rápido si sufrimos una enfermedad o desgracia. La verdad es que mientas nos realizamos nuestro ser verdadero, reconocemos una dependencia más profunda – de otros seres humanos y de Cristo.

Él es la vid; nosotros los sarmientos. Si nos quedamos unidos a él, produciremos fruto abundante.

¿Creemos que Jesús es…?

·        Dios vivo y verdadero

·        Que abre su corazón a tu corazón…

·        Que quiere tu felicidad aquí y en el cielo…

·        Que quiere ser tu amigo y salvador

·        Que no se avergüenza de ti aunque tú te avergüences de Él cuando ocultas que eres cristiano y practicante.
 
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