lunes, 29 de septiembre de 2014

Se necesitan heroes

 
 “No existe hombre tan cobarde como para que el amor no pueda hacerlo valiente y transformarlo en héroe” (Platón).

Nos hacemos eco de esta frase de Platón para exhortar a cultivar al héroe dentro de todos nosotros.


 La palabra “héroe” viene del griego “Eros” o amor, y aquellas personas que recibían el título de héroes (entre los más conocidos, Hércules, Aquiles y Odiseo) eran los que lograban desarrollar amor en su corazón.

 En las historias de héroes se les ve enfrentar terribles dificultades y, gracias a su grandeza de corazón, cómo lograron dedicar el esfuerzo necesario para vencer sus pruebas.

 Es cierto que hoy no nos tocará luchar en Troya o luchar contra monstruos mitológicos, pero nuestro mundo sí está infestado de otro tipo de monstruos: materialismo, corrupción, egoísmo, indiferencia y muchos más.

 ¿Qué significa ser un héroe en nuestros días?

Héroe es aquel que cuando observa que el mundo está cada vez más difícil y cada vez más sucio, decide trabajar en él y ayudarlo: hace el trabajo sucio que nadie quiere hacer.

 Héroe es el valiente que nunca huye de una situación difícil, ni espera que otro la resuelva, sino que la enfrenta y dice: “Esta es una prueba que puedo superar”.

El héroe no se queja cuando observa que cuenta con poca o ninguna ayuda; él sabe que su mejor arma es el coraje, el tener un gran corazón para enfrentar todas las dificultades.

 Seguro que un héroe tendrá algunas derrotas; lo más probable es que caiga muchas veces, pero cada vez que se levanta se torna más fuerte.

Aunque tenga que sacrificarse, un héroe no sufre por su sacrificio… en su mente no cabría otra forma de ser.
 Un verdadero héroe se esfuerza a diario por ponerse al servicio de la humanidad.

 Quien reúne esa grandeza de corazón y además la pone al servicio de un ideal, de un bien mayor, descubre que puede lograr actos extraordinarios.

 El mundo necesita héroes.

¡Tú puedes ser uno de ellos!
                                                            - - - - - - - -
Firmado por Ivan Eskilddsen en "Shemá" Recordando al Padre Ángel noviembre 2013

domingo, 28 de septiembre de 2014

La homilía de Don Julián para el domingo 28 de sptiembre

“Pero luego fue…”. 28 Septiembre. XXVI T.O. Mt 21, 28-32.

En ocasiones es necesaria la paciencia y la perseverancia para sacar adelante un proyecto, frente a las dificultades y los desánimos. Pero hay personas que son tercas, tercas, de esos que “cuando el burro coge el camino, el camino se termina, y el burro sigue”. Hay que reflexionar ante una propuesta. Un hijo dice sí y luego es no. Otro dice no, y luego es sí. ¡Falta reflexión!
Jesús nos invita a vivir la voluntad de dios, y no de palabra sino de obra. ¿Cómo podemos decirle a Dios sí, y al prójimo no? ¿Cómo nos atrevemos a decirle a Dios sí, y al prójimo no? ¿Cómo nos atrevemos a decir sí al perdón que nos ofrece Cristo y luego mantener le deseo de vengarnos de quien nos ha ofendido?
Tenemos que decir sí a la paz, a la alegría, a la bondad; y decir No a la discordia, a la pereza, a la tacañería.
¡Cuidado con tus sís y con tus nos! Si dice ssí al amor en el matrimonio, debes decir no a las aventuras extramatrimoniales. ¡Hay que tener muy claro a lo que tenemos que decir SI y a lo que hay que responder NO.
Con el salmo pedimos al Señor: “Enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas, haz que camine con lealtad”. ¡No ser burro que sigue y sigue cuando ya no hay camino! Ver y seguir a Cristo como el único Camino que lleva al Buen Dios. Quizás sea un camino algo fatigoso, pero es el correcto.
Y Jesús sigue desconcertándonos. ¿Por qué los pecadores y los de mala reputación van a tomar la delantera en la entrada al cielo? Y Jesús nos responde:
  • Tú me llamabas Señor, pero no me obedecías.
  • Tú me llamabas Camino, pero no me seguías.
  • Tú me llamabas Amigo, pero no confiabas en Mí.
  • Tú me llamabas Rey, pero no me servías.
  • Tú me llamabas Bondadoso, pero tú no practicabas mi bondad.
Me decías Sí, pero luego no ibas a trabajar, no me ponías en tu corazón. Los pecadores me decían no, pero en sus corazones lloraban sus pecados y con el corazón partido suplicaban que les perdonase su negativa.
Para Dios lo que cuenta es el corazón y las obras, las palabras, por bonitas que sean, son paja que se lleva el viento. Las palabras se las lleva el viento, las obras dan testimonio. ¿Cumplen los políticos lo que prometen? ¿Hacen lo que dicen y llevan en sus programas? Dice el Apóstol Santiago: “Fe sin obras es un cadáver” (2, 17).

El General Lamoricière recibió a uno de sus amigos. Sobre la mesa del General había un mapa extendido y sujetado por los extremos con el “catecismo” y con la “Imitación de Cristo”. El visitante le miró extrañado. El general sonrió y le dijo: “Estos son mis guías inseparables; me llenan de tranquilidad Yo no quiero estar, como en el aire, entre el cielo y la tierra, el día y la noche; quiero saber adónde voy y a qué atenerme, y estos libros me lo dicen”.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

DEDICA TIEMPO


Dedica tiempo para trabajar: es el precio del buen éxito.


Dedica tiempo para pensar:

es la fuente del poder.
Dedica tiempo para divertirte:
es el secreto de la juventud perpetua.
Dedica tiempo para leer:
es el fundamento de la sabiduría.
Dedica tiempo para ser cordial:
es el camino de la felicidad.
Dedica tiempo para soñar:
es como enganchar tu coche a una estrella.
Dedica tiempo para amar y ser amado:
es el privilegio de los dioses.
Dedica tiempo para mirar a tu alrededor:
es el día muy corto para ser egoísta.
Dedica tiempo para reír:

es la música del alma.

domingo, 21 de septiembre de 2014

La homilía de Don Julián para el domingo 21 de septiembre

“Id vosotros también…”. 21 Septiembre. XXV T.O. Mt 20, 1-16.

¿Qué es la justicia? Podríamos decir que es dar a cada cual lo suyo. Pero la justicia de Dios está a años luz de la nuestra. A Jesucristo, lo vemos hoy en el Evangelio, a la ley de la justicia humana pone la justicia del amor.
En la parábola se paga lo que marea la justicia, pero a los últimos les aplica también el amor. Con menos de un denario no podían dar de comer a su familia así que aplica el amor y no la ley humana. ¿Qué mereceríamos nosotros si Dios nos diera sólo lo que nosotros nos merecemos por estricta justicia? ¡Todo lo que Dios nos dá es por Amor, por pura gracia!
¿Le agradecemos a Dios todo lo que nos da sin que nosotros lo merezcamos?
  • Señor, ayúdanos a abrir nuestro corazón a la generosidad.
  • Señor, ayúdanos a encontrar en ti la felicidad.
  • Señor, ayúdanos a coger de la mano al caído.
  • Señor, ayúdanos a vivir con tus criterios.
  • Señor, ayúdanos a desprendernos de la envidia.
¡No hay que tener envidia! Si uno recibe lo que se merece a lo acordado, ¿por qué nos debe molestar que otros reciban lo mismo, se lo merezcan o no? Dios da el mismo Amor al Santo que al pecador, ¿está siendo injusto Dios por ello?
Un estudiante salta de alegría porque ha estudiado un montón de horas y el examen le sale bordado y el profesor le premia con un 10, pero su alegría se desvanece cuando un compañero que ha estudiado poco también se ha sacado otro 10. No es justo, piensa el primero. ¡La justicia del amor está por encima de la justicia de la razón o humana! ¡Alégrate de la alegría de tus prójimos y más si a ti no te hacen ninguna injusticia!
Ver a las personas
Arrancaríamos del corazón la envidia si en vez de ver cosas viéramos personas. Ve a tu compañero y su alegría en vez de ver el 10 que le han puesto. Ante Dios, ¿quién puede creerse con méritos para reclamar justicia?
  • Reconoce la bondad de Dios.
  • No confíes en tus méritos.
  • Ponte ante Dios como niño necesitado.
  • No olvides que Dios recompensa a todos los que le buscan.
  • ¿No deseas que todos reciban el amor de Dios?
Un día san Pedro paseaba con Cristo, y le dijo: “En esta calle vivimos Dimas y yo, y las casas son parecidas y no me parece justo. Yo lo abandoné todo para seguirte: barca, suegra, familia y morí en Roma Crucifijado. Y este Dimás sólo fue cristiano 10 minutos. No entiendo por qué lo tratas como a mí”.
El final de este diálogo entre Cristo y san Pedro debe ponerlo usted. Sólo le recuerdo que:

  • Dios no nos debe nada.
  • Dios no es injusto.
  • Dios es nuestra única garantía de amor.

viernes, 19 de septiembre de 2014

Himno de la Alegría

Himno de la Alegría (P. Albiol)
Si eres pecador, alégrate, porque hoy mismo puedes dejar de serlo.
Si eres justo, alégrate, porque Dios está contento, y tiene en ti sus complacencias.
Si estás enfermo, alégrate, porque la enfermedad pasará, pero permanecerá su mérito.
Alégrate sin hablan mal de ti con mentira, porque la verdad prevalecerá al fin y será mayor el gozo futuro que la confusión presente.
Alégrate si te desprecian, porque son mayoría los que no te ofenden.
Alégrate si te aman, porque no puedes aspirar a más.
Alégrate si eres pobre, porque además de ser preferido por Dios, puedes hacer eternamente feliz al rico.

Alégrate si eres rico, porque si eres generoso ganarás el Cielo, haciendo temporalmente feliz al pobre.
Alégrate si trabajar porque el trabajo te dignifica.,
Alégrate si descansas, porque así te dispones para el trabajo.
Alégrate si te ensalzan, porque puedes ofrecer a Dios las alabanzas que sólo Él merece.
Alégrate si te odian, porque morirán tus enemigos sin que te tomes la molestia de vengarte.
Alégrate en la muerte de tus amigos porque empiezan a ser perpetuamente dichosos.
Alégrate si eres ignorante porque pecarás menos.
Alégrate si te traicionan, porque eres superior al traidor.
Alégrate si te ridiculizan, porque es preferible servir de regocijo que de pena.
Alégrate si eres tentado, porque la Gloria nunca te faltará para ayudarte a vencer.
Alégrate si vives, porque aún puedes merecer.

Alégrate si mueres, porque no solamente no podrás ofender a Dios, sino que ya serás eternamente feliz.

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De "SHEMÄ" Especial "recordando al Padre Ángel" Noviembre 2013

lunes, 15 de septiembre de 2014

SI.....

Si guardas en tu puesto la cabeza tranquila
cuando todo a tu lado es cabeza perdida.
Si tienes en ti mismo una fe que te niegan
y no desprecias nunca las dudas que ellos tengan.
Si esperas en tu puesto sin fatiga en la espera;
Si engañado no engañas.
Si no buscas más odio que el odio que te tengan.
Si eres bueno y no finges ser mejor de lo que eres.
Si, al hablar, no exageras lo que sabes y quieres.
Si sueñas y los sueños no te hacen su esclavo.
Si piensas y rechazas lo que piensas en vano.
Si tropiezas al Triunfo, si llega tu Derrota
y a los dos impostores los tratas de igual forma.
Si logras que se sepa la verdad que has hablado
a pesar del sofisma del Orbe encanallado.
Si vuelves al comienzo de la obra perdida,
aunque esta obra sea la de toda tu vida.
Si arriesgas en un golpe y lleno de alegría
tus ganancias de siempre a la suerte de un día,
y pierdes, y te lanzas de nuevo a la pelea
si decir nada a nadie de lo que es y lo que era.
Si logras que tus nervios y el corazón te asistan
aún después de su fuga de tu cuerpo en fatiga
y se agarren contigo cuando no quede nada,
porque tú lo deseas, y lo quieres y mandas.
Si hablas con el pueblo y guardas su virtud.
Si marchas junto a reyes con tu paso y tu luz.
Si nadie que te hiera llega a hacerte la herida.
Si todos te reclaman y ninguno te precisa.
Si llenas el minuto inolvidable y cierto
de sesenta segundos que te lleven al cielo...
Todo lo de esta tierra será de tu dominio,

y mucho más aún: serás Hombre, hijo mío.

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De "SHEMÁ" "Recordando al Padre Ángel" noviembre 2013

domingo, 14 de septiembre de 2014

La homilía de Don Julián para el domingo 14 de septiembre

La Señal del Cristiano. 14 Septiembre. XXIV T.O. Jn 3, 13-17.

¿Cuál es la señal del cristiano?
La Santa Cruz.
¿Por qué es la cruz la señal del cristiano?
Porque en ella murió Jesucristo para salvarnos.
Así la Cruz es un tesoro de los cristianos que no se debe guardar para sí mismo ningún discípulo de Cristo. ¿Sientes vergüenza de persignarte o signarte en público, ante tus familiares, o amigos, o detractores del cristianismo? ¡Qué poco tienes de cristiano! La cruz es el DNI del cristiano. ¿Cómo puede un cristiano avergonzarse de hacer la señal de la Cruz, lugar donde Jesucristo murió por amor para sacarnos de la esclavitud de la muerte, para darnos la resurrección? Si Cristo no se avergonzó de morir por ti que eres un pecador ¿te avergüenzas tú de expresar tu fe por medio de la cruz?
Sabes que cristiano quiere decir hombre de Cristo. Decía el Rey Alfonso X el sabio, hijo de san Fernando Santo y rey, “doy incesantemente gracias a Dios, no por ser rey, sino por ser cristiano”. Así, una mujer muy pobre fue al sacerdote de su pueblo a darle un pequeño donativo para las obras del Templo. El sacerdote le dijo: “Guárdelo, usted es muy pobre y lo necesita para vivir”. La mujer con sonrisa y paz le respondió: “¡Yo pobre! ¿Acaso no soy cristiana, hija de Dios, y por Cristo, heredera del Reino de los cielos?”. El sacerdote le tomó el donativo y le besó la mano, mientras decía: “Beso la mano bondadosa de una hija de Dios”.
El Viernes Santo, al destapar la cruz, que va cubierta con un paño, el sacerdote proclama: “Mirad el árbol de la cruz donde estuvo clavada la redención del mundo”. ¿No es la cruz un tesoro para los cristianos?
Francisco Pizarro, al caer desplomado, herido en el cuello por uno de los conjurados, llevó su dedo a la herida, lo empapó en su propia sangre, trazó una cruz en el suelo y besándola murió.
Al santiguarnos, con la mano trazamos la cruz, con la lengua pronunciamos la santísima Trinidad con la cabeza pensamos en los misterios de la redención y con el corazón, amamos a quien nos amó muriendo en la Cruz.
Si los cristianos se sienten orgullosos de serlo, de seguir a Cristo, tendrán valentía para no avergonzarse jamás de hacer la señal de la Cruz. El buen cristiano se honra y se enorgullece de la Cruz. Es un tesoro que debe “compartir” incluso con ateos y agnósticos, porque Jesús, su Maestro murió en la Cruz por la salvación de todos, sin excluir a nadie.
  • Cuando mi cruz sea demasiado pesada, ayúdame, Señor.
  • Cuando la cruz de mi prójimo sea insoportable, que yo le ayude, Señor.
  • Cuando la Cruz sea rechazada, que yo no lo rechace, Señor.

Danos valentía, Señor, para seguirte con nuestra Cruz, con las pequeñas o grandes cruces de cada día, pues tú serás nuestro Cirineo.

martes, 9 de septiembre de 2014

DECÁLOGO de la SERENIDAD

  1. Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día, sin querer resolver el problema de mi vida todo de una vez.
  2. Sólo por hoy tendré el máximo cuidado de mi aspecto: cortés en mis maneras, no criticaré a nadie y no pretenderé mejorar o disciplinar a nadie, sino a mí mismo.
  3. Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino en éste también.
  4. Sólo por hoy me adaptaré a las circunstancias, sin pretender que las circunstancias se adapten todas a mis deseos.
  5. Sólo por hoy dedicaré diez minutos de mi tiempo a una buena lectura, recordando que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así la buena lectura es necesaria para la vida del alma.
  6. Sólo por hoy haré una buena acción y no lo diré a nadie.
  7. Sólo por hoy haré por lo menos una cosa que no deseo hacer; y si me sintiera ofendido en mis sentimientos, procuraré que nadie se entere.
  8. Sólo por hoy me haré un programa detallado. Quizá no lo cumpliré cabalmente, pero lo redactaré. Y me guardaré de dos calamidades: la prisa y la indecisión.
  9. Sólo por hoy creeré firmemente – aunque las circunstancias demuestren lo contrario – que la buena providencia de Dios se ocupa de mí como si nadie existiera en el mundo.
  10. Sólo por hoy no tendré temores. De manera particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello y de creer en la bondad.
  11. Puedo hacer bien durante doce horas lo que me descorazonaría si pensase tener que hacerlo durante toda mi vida. (Juan Xlll).

domingo, 7 de septiembre de 2014

La hoilía de Don Julián para el domingo 7 de septiembre

Ayudar a corregirse. XXIII T.O. 7 Septiembre. Mt 18, 15-20.

Antes de “corregir” los defectos de alguien debe asegurarse de que esos defectos existen, pues la gran mayoría de las veces son proyecciones de prejuicios o manías, o incluso deseos de humillar a quien le cae mal. Recuerde:
Una señora estaba convencida de que la vecina de enfrente lavaba mal sus sábanas. Miraba por la ventana y se decía: ¡Qué cochina es mi vecina! ¡Qué mal hace la colada, con lo buena persona que es! Un día salió de su casa con intención de decírselo a su vecina, pero al legar a la altura de las sábanas vió que estaban superlimpias. ¿Qué misterio era éste? ¿Cómo es que ella las había visto desde su casa sucias y ahora, minutos después, las veía limpias? Volvió a su casa y se dio cuenta que eran los cristales de su ventana los que estaban sucios.
¡Limpia tus ojos, tu mirada de prejuicios antes de ir a corregir a nadie! No corrijas a los demás si no estás movido por el amor y actúa con amor. La prudencia, el tacto y el respeto deben estar en tus correcciones. ¡Hay que corregir a los que actúan mal!
Sí, pero como si fuera Cristo quien lo hace. A nadie le gusta que le corrijan, pero la corrección fraterna es medicamento que cura. ¿Qué pensaríamos si un médico ante el paciente con una enfermedad seria no le recetara nada o le mandase tomar bicarbonato? Lo tacharíamos de pésimo médico. ¿Y cómo tachamos a un cristiano que no ayuda a otra a corregirse un gran defecto que perjudica a otros?
Que pecamos es una realidad innegable, pero ¿quién se atreve a hablar de pecado? Si alguien habla hoy de pecado, del mal que causa Satanás, no es extraño que alguien le diga: “¡estás para ir a un psiquiatras,, o de juzgado de guardia o hasta del tribunal constitucional!”. “Yo soy hipersensible y al hablar usted de pecado es como si me maltratara”.
Limpiar nuestra mirada para ver bien a los demás. Limpiar nuestras conductas de egoísmos que nos hacen caer en el pecado, y sobre todo seguir hacia la meta que es la santidad, que es ser sendero del Sendero de Cristo.
Me caí, me levanté,
sacudí mi ropa,
sonreí y comencé nuevamente.
Pasó el tiempo, tropecé,
me levanté y caí…
me levanté,
sacudí mi ropa, pero esta vez
mis rodillas sangraron,
las limpie…
y comencé nuevamente…
Si nunca hubiese caído
nunca hubiese sentido su mano
y que la alegría está a mi lado.

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viernes, 5 de septiembre de 2014

CONSEJOS DESDE LA WEB

“Cuando alguien empiece a agredirte verbalmente, no lo interrumpas. Verás que la agresión se vacía por sí misma”

.Prácticamente todos los días encontrarás en tu buzón de correo electrónico varios textos encontrados en internet.

A los negativos no respondas, ni a los que critican. Fíjate en los que te hacen sonreír y ser mejor. Yo te propongo:

  1. Cuando decidas dar algo, hazlo con alegría.
  2. No creas en todo lo que te dicen.
  3. Cuando digas “te quiero”, demuéstralo con algún gesto.
  4. Cuando digas “lo siento”, mira al otro directamente a los ojos.
  5. No intentes hundir al otro.
  6. Vive apasionadamente.
  7. No juzgues a una persona por sus familiares.
  8. Llama por teléfono a tu madre y dile cuánto la quieres.
  9. Cásate con alguien a quien le guste conversar.
  10. Lee más, ve menos televisión.
  11. Reza. El poder de la oración es infinito.
  12. Puedes tener cualquier cosa. Pero no puedes tenerlo todo.
  13. Recuerda que tu carácter es un espejo de tu destino.
  14. Pide ayuda. Y aprende a reconocerla.
  15. Escoge a tus amigos.
  16. Y escoge a tus enemigos: no le des a cualquiera la honra de enfrentarte.
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