domingo, 25 de enero de 2015

La homilía de Don Julián para el domingo 25 de enero

3 T.O. 25 Enero 2015. Mc 1, 14-20.

El amor o es gratuito o no es amor. Si para amar usted pone condiciones ya no es amor. El amor condicionando es como el café descafeinado. Por ese Dios nos ama sin condiciones, sin que nosotros merezcamos su amor. ¿Nos damos cuenta del Amor de Dios?



Nos dice el Señor "convertíos" (Mc 1, 15). ¿Qué es convertirse? ¡Volverse hacia el Señor! ¡Pasar de ser alumnos a ser discípulos! El alumno escucha al profesor y ya. El discípulo escucha y sigue al Maestro.

"De joven pedía al Señor fuerzas para cambiar el mundo, pero después de media vida sin lograr cambiarlo, le pedí la gracia de convertir a los más cercanos, a mi familia, a mis amigos. Pero no lo logré. Ya siendo mayor, le pido al Señor, todos los días, la gracia de cambiar yo, de convertir mi corazón en un corazón discípulo del Señor. ¡Por aquí tendría que haber comenzado!".

Jonas no creía poder convertir a los habitantes de Ninive porque dudaba de la Palabra y el Poder de Dios. Ninive, capital del Reino de Asiria, era la ciudad, la nación enemiga por autonomasia de los judíos. Se encontraba junto al río Tigris, cerca de la actual ciudad de Mosul, al norte de Irak. Cuando Jonás se "rindió" a la voluntad de Dios y predicó en Nínive, vió que "nada hay imposible para Dios". Jonás era terco y desconfiado. ¿Lo somos nosotros también? ¿Por qué dudamos de que nosotros hemos sido escogidos para ser los brazos de Cristo?

Recordamos, una vez más.

En la 2ª Guerra Mundial un pueblo de Baviera (Alemania) fue destruida su iglesia por las bombas. Entre las ruinas encontraron la imagen de Cristo crucificado sin brazos ni piernas. Durante la reconstrucción se preguntaron: ¿Qué hacemos con la imagen de Cristo? ¿La dejaron sin los brazos y sin las piernas de Cristo? ¿Hacemos el bien o el Mal?

Una Señora camina por la acera. Una motorista a toda velocidad intenta robarle el bolso. La mujer grita y cae golpeándose. El motorista ladrón reconoció la voz de su víctima. Ahora grita él sin pararse: ¡Es mi madre! ¿Se habrá matado al golpearse con la acera? Semanas después, en un paso de peatones vió a su madre y la abrazó fuerte y con lágrimas en sus ojos. Nunca le dijo que era él quién había querido robarle, tampoco la madre le dijo nada".
¿Tienes miedo a los ninivitas de hoy?
¿Tu predicación es tu ejemplo?
¿Admiras a Jesús o le sigues?
¿Miras a la Iglesia o te sientes Iglesia?

Se dice que "los santos no están para ser admirados, sino para ser imitados". Ser cristiano no es admirar a Jesucristo, muchos no cristianos lo admiran, sino para seguirle, para "parecernos" lo más posible a Él. ¿Lo hace usted?

                                                       .-o-O-o-.

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