En Europa central, antes de la fiesta de Epifanía, se acostumbraba a que tres personas vestidos de reyes fueran de casa en casa pidiendo porque seguían la estrella que les llevaba a Belén. Cantaban que el camino era largo, y no tenían dinero, así que solicitaban unas monedas. A la Virgen María y asan José, les costó días y fatigas llegar desde Nazaret a Belén. ¿Y queremos que a nosotros no nos cuesta llegar a ser buenos cristianos? ¿Cuánto les costó a los magos? Siguieron a una estrella y no se rindieron. Las personas son más importantes que las estrellas, por eso una estrella fue la "sirvienta", la "guía de los Magos. No hay que olvidar que las estrellas no fueron creadas, formadas a imagen y semejanza de Dios, y las personas sí. Así que cuidado con la sumisión a los horóscopos, por ejemplo.
¿Quién mira ahora a las estrellas? Es bonita una noche clara y un cielo salpicados de estrellas, pero es infinitamente mejor tener a las buenas personas como "estrellas" que nos conducen a Dios. Mayos, reyes somos todos los que nos encaminamos al encuentro de Jesús, sin miedo a las incomodidades, ni a los Herodes de todas las épocas. Tenemos que prestar atención a los Magos. Ellos no son judíos, ellos no esperaban a Mesías alguno, pero creyeron en la fe que empezaba a brotar en sus corazones y en la estrella, mientras que "los creyentes" no se molestaron en averiguar qué ocurría, Herodes: "ir vosotros y al regreso me informáis".
¿Se desilusionaron, los Magos, al ver a un niño y un establo, en vez de un rey y un palacio? Nos desilusionamos según lo que busquemos y con el corazón con el que lo busquemos. ¡Dios-Hombre nunca desilusiona! Sólo las personas de corazón egoísta se siente desilusionado, no sólo por Dios, sino por todos. Buscan llenar sus corazones egoístas, pero un corazón egoísta es como un pozo sin fondos. Un niño egoísta nunca se saciará con los regalos que les dejen los Reyes Magos, querrá más y más.
Jesús defrauda a:
Los individualistas
Los pesimistas
Los vacíos de ilusiones
Los engreídos que se creen dioses
Los que nada hacen por nadie
Los que no tienen hambre de Dios,
por eso dice L. Rosales:
"De noche, iremos, de noche,
de noche iremos, sin luna,
que para encontrar la fuente
sólo la sed nos alumbra".
¿Tenemos sed de Dios?
¿Tenemos sed de ser testigos de Dios?
¿Tenemos sed de ser estrellas que lleven a los demás hasta Dios?
¿Tenemos sed de ser luz, paz, amor y alegría de Dios en nuestro mundo?
Sigue a Cristo que es la Estrella de Dios, que la rutina o la pereza no te impidan para seguir siendo estrella de Cristo.
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