Este es un fragmento de la Homilía que pronunció el Papa Benedicto XVI en la Capilla Paulina el 20 de abril de 2010-
Dijo el Papa.
"Es precisamente la obediencia la que da la libertad. El tiempo moderno ha hablado de la liberación del hombre, su plena autonomía, por tanto también de la liberación de la obediencia a Dios.
La obediencia debería dejar de existir, el hombre es libre, es autónomo, nada más.
Pero esta autonomía es una mentira, es una mentira antológica, porque el hombre no existe por si mismo y para sí mismo y también es una mentira política yu práctica porque es necesaria la colaboración, compartir la libertad. Y si Dios no existe, si Dios no es una instacia accesible al hombre, solo queda como instancia suprema el consenso de la mayoría. por consiguiente el consenso de la mayoría se convierte en la última palabra a la que debemos obedecer.. Y este consenso- lo sabemos por la historia del siglo pasado puede ser también un ·consenso en el mal". Así vemos que la llamada autonomía no libera verdaderamente al hombre. La obediencia a Dios es la libertad porque es la verdad, es la instancia que se situa frente a todas las instancias humanas.
Las dictaduras siempre han estado en contra de esta obediencia a Dios. La dictadura nazi, igual que la marxista no pueden aceptar a un Dios que esté por encima del poder ideológico y la libertad de los mártires que reconocen a Dios, precisamente en la obediencia al poder divino, es siempre el acto de liberación con el cual nos llega la libertad de Cristo."
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