lunes, 22 de abril de 2013

CRISTIADA


Además del título en castellano de una película, es el nombre que se dio a un movimiento popular en México hacía 1926, cuando el Presidente Calles decidió acabar con los símbolos cristianos, expulsó a sacerdotes y obispos del país y pretendió suprimir el culto en las Iglesias. Bueno todo ello podemos resumirlo en que ensoberbecido por el poder quiso suprimir a Dios y se encontró con una resistencia que llegó mucho más lejos de lo que él mismo preveía.
El título de la película en inglés es "For greater glory" y ha sido producida por la firma "Dos Corazones". En la Productora participa y también lo hace en la película como actor Eduardo Verástegui a quien nos hemos referido en un blog hace unos días.
La película revela el enfrentamiento del pueblo mexicano de honda raiz cristiana ante el atropello que pretende el gobierno al suprimir la libertad de religión. Y en el argumento se presentan varios hilos conductores: El de José, un chaval de quince años, un pillete que es conquistado por un viejo sacerdote que le convierte en ferviente católico y eficaz monaguillo. José presencia como su amigo el viejo sacerdote es ahorcado por un piquete de guardias, por no obedecer los mandatos del gobierno y el hecho le impulsa a sumarse a la guerrilla. Hay un sacerdote que forma parte del enfrentamiento contra el gobierno y justifica su acción porque si no se enfrentan a la situación acabarán todos ahogados en ella y de la misma manera que hay un espacio para la paz lo hay, cuando no hay otra solución, para la guerra. Un general condecorado por acciones anteriores, creyente pero no practicante (?), es conquistado por los cristianos rebeldes para que los dirija en sus guerrillas y los adiestre como si de un ejército regular se tratase.
El joven José, el sacerdote y el general, constituyen el núcleo principal de la acción de la película. 
Pero el Presidente de México que acusa los golpes que su ejército recibe, está dispuesto a ceder en alguna de sus pretensiones y así se lo hace saber al Embajador de los Estados Unidos que puede ayudar  militarmente , pero exige a cambio un gesto que suavice las condiciones impuestas por el Gobierno mexicano respecto a las concesiones de explotación petrolífera.
Con todos esos elementos la película transcurra entre enfrentamientos, muertes en uno y otro bando y finalmente se llega a un acuerdo entre el Gobierno y las autoridades eclesiásticas de Roma : la lucha cesa y se restablece la libertad de que disfrutaban anteriormente los católicos mexicanos.
El testimonio que dieron sobre su fe algunos de los "cristeros" dio lugar a que la Iglesia, durante los Pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI, beatificara a un buen número de mártires, entre los cuales se encuentra el joven José.
La contraseña con la que los cristianos se conocían entre sí era   :"Viva Cristo Rey" y también con este grito se enfrentaban a los pelotones de ejecución. La película es un testimonio claro del comportamiento valiente y ejemplar del pueblo mexicano en defensa de su libertad y de su religión.
Tan solo diez años más tarde miles de católicos, sacerdotes, religiosos, consagrados y consagradas, seminaristas y seglares en un numero indeterminado también fueron martirizados y muertos, a este lado del Atlántico con el mismo grito en sus labios: Viva Cristo Rey. De esta epopeya en la que no hubo ningún signo de violencia o resistencia, al contrario que en México, no se ha producido película alguna que pudiera servir de testimonio y ejemplo a las generaciones que no vivieron el drama.
La sangre de los mártires, no ha hecho más que regar el camino de la Iglesia a lo largo de los siglos y dar testimonio de la fe.  Continúa y continuará haciéndolo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario