Somos cristianos porque hacemos de nuestra fe el criterio para juzgar al mundo. Si pretendiéramos juzgar nuestra fe con los criterios del mundo nos veríamos obligados a rechazarla.
Los cristianos, cuanto vemos, sentimos y observamos lo hacemos bajo la óptica de nuestra fe y así permanecemos en continuo contacto con Dios, como nuestro amigo fiel que nos ayuda, nos consuela y nos conduce por el camino de la perfección humana y cristiana.
Hoy, en muchos ambientes y culturas, ocurre al revés: a Dios se le juzga como injusto ante lo que pasa porque se le juzga con criterios mundanos.
- - - - - - - - - -
No hay comentarios:
Publicar un comentario