XVII T.O. 27 Julio. Mt 13, 44-52
¿Cuál es nuestro tesoro?
Un gran rey cruza el desierto con toda
su comitiva de ministros. Un camello se desploma a tierra y sus
baúles caen y se rompen, y salen de él perlas, diamantes, piedras
de oro puro. El rey dice:
- Yo sigo adelante. El que quiera puede quedarse aquí. Todo lo que recoja, será suyo. Y confirmó su viaje. Sólo un ministro le siguió…
El ministro le responde:
- Me importa más mi rey que las riquezas de mi rey.
¿Qué quiere decir este cuento?
Qué el tesoro más grande que no
podemos, calcular es seguir a Cristo y que sí para encontrarle a El
hay que vender campos, propiedades, gustos incluso seguridades,
seremos los más afortunados. El tesoro escondido es Cristo.
¿Qué o quién es su tesoro?
- ¿Es Dios?
- ¿Es su esposa/o?
- ¿Son sus padres?
- ¿Es su casa, su coche, su puerto de trabajo?
Dicen que la esposa de Albert Einstein
era fea, pero él decía: “Mi esposa tiene un buen físico”.
Y es que lo que amamos es lo que es nuestro tesoro.
Tenemos que vender, desprendernos de
muchas cosas para alcanzar el Tesoro de los Tesoros: ¡Cristo!
Tenemos que vender orgullosos, soberbias, egoísmos que nos
impiden acercarnos a Cristo. Aunque haya que:
- Llorar para reír
- Sufrir para ser feliz
- Morir para vivir.
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