domingo, 27 de julio de 2014

La homilía de Don Julián para el domingo 27 de julio

XVII T.O. 27 Julio. Mt 13, 44-52

¿Cuál es nuestro tesoro?
Un gran rey cruza el desierto con toda su comitiva de ministros. Un camello se desploma a tierra y sus baúles caen y se rompen, y salen de él perlas, diamantes, piedras de oro puro. El rey dice:
  • Yo sigo adelante. El que quiera puede quedarse aquí. Todo lo que recoja, será suyo. Y confirmó su viaje. Sólo un ministro le siguió…
El ministro le responde:
  • Me importa más mi rey que las riquezas de mi rey.
¿Qué quiere decir este cuento?
Qué el tesoro más grande que no podemos, calcular es seguir a Cristo y que sí para encontrarle a El hay que vender campos, propiedades, gustos incluso seguridades, seremos los más afortunados. El tesoro escondido es Cristo.
¿Qué o quién es su tesoro?
  • ¿Es Dios?
  • ¿Es su esposa/o?
  • ¿Son sus padres?
  • ¿Es su casa, su coche, su puerto de trabajo?
Dicen que la esposa de Albert Einstein era fea, pero él decía: “Mi esposa tiene un buen físico”. Y es que lo que amamos es lo que es nuestro tesoro.
Tenemos que vender, desprendernos de muchas cosas para alcanzar el Tesoro de los Tesoros: ¡Cristo! Tenemos que vender orgullosos, soberbias, egoísmos que nos impiden acercarnos a Cristo. Aunque haya que:
  • Llorar para reír
  • Sufrir para ser feliz
  • Morir para vivir.


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