domingo, 20 de julio de 2014

La homilía de Don Julián para el domingo 20 de julio

Hay dos clases de temor. El Servil, el de los siervos, el temor al castigo. Y el temor filial, que es el que nace del amor. “Mi esposa me quiere tanto que temo ofenderla”, “mis padres se sacrifican tanto por mí que temo defraudarlos”. “Dios me ama tanto que temo ofenderle”.
“No me mueve, mi Dios, para quererte, el cielo que me tienes prometido, ni el infierno tan temido para dejar por ello de ofenderte. Muéveme, y de tal manera, que aunque no hubiese cielo yo te amara y aunque no hubiese infierno te temiera.

¡Qué grande es el corazón de las personas que llega a amar a Dios no por temor o recompensa, sino por reconocimiento del mismo Amor de Dios. ¡Amar el amor de Dios!
Pero, ¿y la cizaña? ¿De dónde viene? ¿Hay en tu corazón cizaña? ¡No pueden imaginarse cómo, aun siendo buenas personas, podemos convertirnos en incordiantes, que es un poco cizaña!
Un religioso, fray Antonio, fue destinado a un convento nuevo. La primera noche no podía dormir porque el fraile de la habitación contigua no dejaba de decir: “¡Ay, que sed tengo! ¡Ay, que sed tengo!”. Fray Antonio no pudo aguantar más. Fue a la celda de su vecino y le dijo: “deje de quejarse y baje al comedor y beba cuanta agua quiera”. El religioso bajó y bebió agua. Pero nada más volver a la cama, comenzó a decir: “¡Ay, qué sed tenía! ¡Ay, que sed tenía!”.
¿A que hay personas que sin pretenderlo son como la cizaña, es decir, fastidian, fastidian?
Somos buenos, pero poco delicados. Sí, nos guste o no, somos buenos, pero poco reflexivos.
Una canción de Raphael dice: “Los hombres tienen fe en otra vida / y luchan por el bien, no por el mal. / Digan lo que digan, / digan lo que digan / los demás”.
Dios puso en el corazón de las personas la bondad, ¿por qué hay, entonces, tanta maldad? Hay más bondad que maldad, pero la cizaña grita y la bondad sólo obra.
  • ¿Quién nació con inclinaciones para ser criminal?
  • ¿Quién nació para ser torturador?
  • ¿Quién nació para ser violador?
Dios no puso esas cosas en los corazones. Es el hombre que dejó que en su corazón creciera la maleza, los vicios, las malas acciones. Lo fácil seduce. “Empecé fumando un porro, luego quise algo más fuerte… le decía a mis amigos que yo lo controlaba, y ahora me veo como una fregona desechada y a mi familia tocada por mi irresponsabilidad”.
¡Mejor es ser grano de mostaza que árbol de fruta podrida!


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