domingo, 20 de abril de 2014

La homilía de Don Julián para el Domingo de Resurrección

Resurrección. 20 Abril


Jn 20, 1-9
Si sólo amas con la razón no entenderás la Resurrección, porque sólo el corazón que ama sabe que el amor todo lo puede, por eso Dios es AMOR, y “porque el corazón tiene razones que la razón no entiende”, y una es que la Pasión y la Resurrección de Cristo es fruto del Amor de Dios, sólo con un corazón que ame se entenderá y amará la Resurrección.
Así, cada semana en el día que llamamos del Señor “dominica” = domingo, los cristianos celebramos la Resurrección de Cristo, pues fue en este día, el día primero de la semana judía, el día después del Sabat, cuando Jesús salió del Sepulcro con su Cuerpo Glorificado. Por eso los cristianos sólo podemos venerar el sepulcro donde estuvo su cuerpo antes de resucitar. ¡Sí, veneramos un sepulcro vacío! ¿Por qué? Porque el cuerpo del difunto que moraba en él ha resucitado, ha cobrado vida glorificada. No es que ese cuerpo sin vida haya vuelto a la vida con Lázaro o el hijo de la viuda de Naín, esos cuerpos, esos difuntos NO RESUCITARON, volvieron a tener vida y en su momento tuvieron que volver a morir. Cristo Resucita y Él nos trae la vida Eterna.
La Iglesia proclama la Resurrección de Cristo, Ella misma vive y tiene sentido por la Resurrección de su fundador, Jesucristo. La Iglesia lo anuncia, quiere que todos lo sepan y disfruten de esta noticia divina: ¡Cristo ha derrotado a la muerte y nos da la posibilidad de participar en la Vida Eterna! Mucho ponen en sus corazones esta Verdad de Vida, pero otros se ríen e incluso le escupen calumnias y burlas.
¿Qué puede hacer la Iglesia, los cristianos? ¡Seguir anunciando a Cristo Resucitado! Así, “la Iglesia completa en el mundo la obra de Cristo”, pues fue Cristo mismo el que encargó de llevar la noticia de su Resurrección a todos los lugares del mundo hasta el fin de los tiempos.
Vivimos tiempos de crisis, pero la mayor de las crisis son los corazones sin Fe, sin Esperanza y sin Generosidad. Sin Dios, ¿qué vamos a esperar? Y sin Dios y sin Esperanza, ¿por qué voy a ser generoso y bueno con los demás? Aquí está la mayor crisis, aquí comienza el hombre a ser el enemigo del hombre.

¡Cristo Resucitado es la luz que ilumina, en la Luz del mundo!

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