Todo hombre tiene momentos de
entusiasmo. Algunos lo poseen por treinta minutos, otros por treinta días, pero
el que lo posee por treinta años es el que triunfa en la vida.
Mire siempre delante y hacia
las alturas. Sus mayores contribuciones hacia la vida, sus mejores entregas,
sus mejores cuidados, lo mejor de su amor, ¡aún está por darse!
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