domingo, 20 de marzo de 2016

La Homilía de Don Julián para el Domingo de Ramos


¿Qué encontró Jesús cuando entró en Jerusalén?

Encontró un pueblo de personas buenas. Ancianos, jóvenes y niños que le aclamaban y le cantaban saludos mesiánicos. Personas sencillas y corazones que acogen a Cristo como esperanza de Israel. Todas las profecías y promesas hechas a Abraham, a Moisés, a David… todo el Antiguo Testamento afloraron en este domingo de Ramos. Ese pueblo bueno son hoy todos los cristianos del mundo entero y las personas de buena voluntad.

¡Dios nunca defrauda! ¡Todos lo sabemos! Por eso salimos a su encuentro y lo proclamamos Señor y Maestro nuestro. ¿Qué nos trae Jesús? Lo que sólo Él nos podía traer y ofrecer: El perdón de los pecados. Él se va a enfrentar en el Huerto de Getsemaní y en la Cruz a las fuerzas del infierno, y saldrá vencedor. Y su victoria la compartirá con cada uno de nosotros.

Pero una mínima parte de ciudadanos se opusieron a Él, y siguen oponiéndose hoy. Son los que desde la política, los medios de comunicación o modas quieren seducir al pueblo a caminos ateos y por eso ordenan, como entonces ordenaron, que los cristianos no griten, esconden su fe, no salgan de los templos.

Pero Jesús dijo, y sigue diciendo: “Si ellos callán, las piedras hablarán”. ¿Es que le tienen envidia a Jesús? ¿Es que ellos quieren ser dioses exclusivos y dominantes del pueblo?

¡Qué espectáculo tan hermoso! Los cristianos con palmas en sus manos. La palma es el signo de la victoria, la palma es signo del martirio, pero un martirio que termina en victoria, la vida eterna. Quien toma su palma y sigue a Cristo está diciendo que está dispuesto a pasar por donde Cristo pasó.

Durante la Revolución Francesa, un alto directivo quería fundar una nueva religión con el nombre de Filantropía. Se quejó al ministro de estado de los pocos adeptos que lograba. El ministro le dijo: “Haga usted algunos milagros, déjese matar un viernes, sea sepultado y resucite al tercer día, y verá usted como entonces sí consigue seguidores”.

Los cristianos no vamos tras una Religión o congregación de tal o cual fundador. Seguimos a Jesús que es Hijo de Dios, que por amor carga con todos nuestros pecados y se hace camino que conduce a la Vida Eterna.

- ¿Te sientes discípulo de Jesucristo?

- ¿Proclamas a Cristo como tu Dios y Salvador?

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