sábado, 19 de marzo de 2016

La Homilía de Don José para la festividad de San José


¿Es importante san José en la Historia de la Salvación? A excepción de la Virgen María, a nadie se le encomendó una misión de tanta importancia como la que Dios le confió a san José: ¡Hacer las veces de padre de Jesús, el Hijo de Dios, el Salvador!
La vida de san José hay que mirarla y entenderla a la luz de lo que Dios le pidió: ser esposo de la Virgen María y hacer las veces de padre de Jesús. Tenía que ser un hombre lleno de virtudes, pero sencillo y silencioso, es decir, de vida interior.
“Toda la gloria y la felicidad de san José consistió en haber sabido entender la voluntad de Dios y en haberla llevado a cabo fielmente hasta el final”.
¡Cuánto pueden los “padres” de hoy aprender de san José! ¿Qué es un padre sin virtudes sanas que ofrecer a sus hijos? ¿Qué es un padre que carece de sencillez para inculcar a en sus hijos? ¿Qué es un padre que no sabe meditar los acontecimientos familiares y sólo después de un previo silencio, sabe marcar metas y rumbos a sus hijos? ¡No es lo mismo ser procreador que ser padre!
A muchos padres habría que preguntarles, ¿Sabe usted a donde va siendo el padre que es?
Cuentan de Chesterton que era muy despistado. En una ocasión, viajando en tren, el revisor le pidió el billete. Él comenzó a buscarlo por todos los bolsillos y no lo encontraba. Se iba poniendo cada vez más nervioso. Entonces el revisor le dijo: “Tranquilo, no se inquiete, que no le haré pagar otro billete: “No es pagar lo que me inquieta – repuso Chesterton- lo que me preocupa es que he olvidado a dónde voy”.
San José debe ser para los padres ejemplo de virtudes, tales como: Obediencia a Dios, fe, esperanza, laboriosidad y fortaleza para cumplir las obligaciones. ¡Ser fuertes! Los padres tienen que ser fuertes para no ceder ante el cansancio o la comodidad ante los caprichos propios de los hijos.
Colaborar con Dios, y colaborar bien, para no estropear la hermosa obra de Dios. "Si un hombre es barrendero, tendría que barrer las calles como pintaba Miguel Ángel, como componía Beethoven, como escribía Shakespeare", dice un autor moderno. Se debe trabajar con amor. "Trabajar con amor es tejer la tela con hilos de vuestro corazón, como si el ser amado fuera a usar esa prenda de vestir. Es arrojar semillas de ternura, y cosechar con alegría, como si el ser amado fuera a comer ese fruto. Es impregnarlo todo de amor" (K. Gibrán). La fiesta de hoy nos señala a todos a San José, obrero. ¡La Obra Bien Hecha! ¿Alguien puede imaginarse a San José haciendo "chapuzas"? Realizaría tareas sencillas, pero pondría toda su alma en hacer las cosas bien. No haría cosas extraordinarias, pero lo ordinario lo haría extraordinariamente.

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