¿Es importante san José en la Historia de
la Salvación? A excepción de la Virgen María, a nadie se le encomendó una
misión de tanta importancia como la que Dios le confió a san José: ¡Hacer las
veces de padre de Jesús, el Hijo de Dios, el Salvador!
La vida de san José hay que mirarla y entenderla a la luz de
lo que Dios le pidió: ser esposo de la Virgen María y hacer las veces de padre
de Jesús. Tenía que ser un hombre lleno de virtudes, pero sencillo y
silencioso, es decir, de vida interior.
“Toda la gloria y la felicidad de san José consistió en
haber sabido entender la voluntad de Dios y en haberla llevado a cabo fielmente
hasta el final”.
¡Cuánto pueden los “padres” de hoy aprender de san José!
¿Qué es un padre sin virtudes sanas que ofrecer a sus hijos? ¿Qué es un padre
que carece de sencillez para inculcar a en sus hijos? ¿Qué es un padre que no
sabe meditar los acontecimientos familiares y sólo después de un previo
silencio, sabe marcar metas y rumbos a sus hijos? ¡No es lo mismo ser
procreador que ser padre!
A muchos padres habría que preguntarles, ¿Sabe usted a donde va siendo el padre que
es?
Cuentan de Chesterton que era muy despistado. En una
ocasión, viajando en tren, el revisor le pidió el billete. Él comenzó a
buscarlo por todos los bolsillos y no lo encontraba. Se iba poniendo cada vez
más nervioso. Entonces el revisor le dijo: “Tranquilo, no se inquiete, que no
le haré pagar otro billete: “No es pagar lo que me inquieta – repuso
Chesterton- lo que me preocupa es que he olvidado a dónde voy”.
San José debe ser para los padres ejemplo de virtudes, tales
como: Obediencia a Dios, fe, esperanza, laboriosidad y fortaleza para cumplir
las obligaciones. ¡Ser fuertes! Los padres tienen que ser fuertes para no ceder
ante el cansancio o la comodidad ante los caprichos propios de los hijos.
Colaborar con Dios, y colaborar bien, para no estropear la
hermosa obra de Dios. "Si un hombre es barrendero, tendría que barrer las
calles como pintaba Miguel Ángel, como componía Beethoven, como escribía
Shakespeare", dice un autor moderno. Se debe trabajar con amor. "Trabajar
con amor es tejer la tela con hilos de vuestro corazón, como si el ser amado
fuera a usar esa prenda de vestir. Es arrojar semillas de ternura, y cosechar
con alegría, como si el ser amado fuera a comer ese fruto. Es impregnarlo todo
de amor" (K. Gibrán). La fiesta de hoy nos señala a todos a San
José, obrero. ¡La Obra Bien Hecha! ¿Alguien puede imaginarse a San José
haciendo "chapuzas"? Realizaría tareas sencillas, pero pondría toda
su alma en hacer las cosas bien. No haría cosas extraordinarias, pero lo
ordinario lo haría extraordinariamente.
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