domingo, 2 de agosto de 2015

La homilía de Don Julián para el domingo 2 de agosto


18 T.O. Ni hambre ni sed, 2 Ago. Jn 6, 24-35

·       Usted no es una persona, sólo es un animal.

·       ¿Por qué me dice usted eso? Me ofende.

·       Porque sólo piensa en reproducirse y llenar su estómago. ¿Por qué no se pregunta por qué vive, a quién ama? Hasta Nietzsche decía: “cuando un hombre tiene un porqué vivir soporta cualquier cómo”.

·       ¡Déjese de rollos, eso está pasado de moda!

·       Entonces, cuando esté usted a punto de morir podría decir: “me alimenté y me reproduje, pero no he vivido”.

¡No es lo mismo existir que vivir!

Jesús nos pide que creamos en Él, que creer en Él es capacitarnos para amar y que quien no ama existe, pero no vive.

En el Evangelio de hoy, Jesús nos dice: “Yo soy”. Jesús comienza a auto-revelarse. Jesús: “Yo soy el pan de vida”. No dice que Él multiplica el pan. Él dice: “Yo soy el Pan de Vida”. Y a continuación afirma: “El que venga a mí no tendrá hambre”.

Para entender el significado de esa auto-revelación, tenemos que ver el contexto. Jesús está hablando a sus hermanos judíos. Jesús es un hijo de Israel; nació de la raza escogida, el pueblo judío. Su madre, la Virgen María, era una mujer judía fiel. Cuando el pueblo judío escuchaba la palabra “pan”, ellos pensaron inmediatamente en la mana, el pan milagroso que Dios les dio durante los cuarenta años en el desierto. Por eso, dijeron a Jesús, “nuestros padres comieron el mana en el desierto”.

·       ¿De qué tiene usted hambre o sed?

·       ¿Tiene hambre de ser mejor persona, mejor hijo, mejor espos@, mejor católico?

·       ¿Qué siente cuando reza “danos hoy el pan de cada día”?

La Iglesia católica tiene miles de comedores para atender a pobres, para que al menos tengan “el pan de cada día”. Los cristianos, y especialmente los que participan en la Eucaristía dominical, ayudan o sostienen esos comedores. ¡También en verano! Los comedores de la Iglesia: “no cierran por vacaciones”. El hombre y la pobreza no tienen vacaciones. Usted católico debe ser consciente de ello y esté en el lugar que esté, debe colaborar con sus donativos a mantener la ayuda que ofrece Cáritas.

Seguro que recuerdas un episodio escrito por Dante.

Ugolino y sus cuatro hijos son encarcelados y condenados a morir de hambre. Durante tres días, Ugolino permanece sentado contra el muro de la cárcel con la cabeza entre las manos, mudo y triste, sin levantar los ojos para no ver a sus hijos agonizar de hambre. Después de varios días, dos de sus hijos se acercaron a él arrastrándose y le dicen: “Padre, ¡come de nosotros!”.

Eso es lo que nos dice a nosotros Jesús, ¿tienes hambre o sed? “Yo soy el pan vivo y el agua viva”.
                                                         oooOOOooo

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