El Deutero-Isaías, segundo Isaías,
que vivió unos 200 años más tarde que el profeta Isaías, escribió
los capítulos 40-55 del libro de Isaías. ¿Qué preguntan esos
capítulos? Son una llamada a la esperanza, de forma que
muchos lo denominan “El libro de la Consolación”, que el gran
Haendel tomó muchos fragmentos para “El Mesías” “Consolad,
consolad a mi pueblo”, “hablad al corazón de Jerusalén”.
Los creyentes, los católicos tenemos
que dar vida al corazón del mundo triste y materialista hasta la
exageración. Tenemos que ponernos en medio de nuestra sociedad para
ofrecer esperanza y futuro.
Los cristianos tenemos la difícil,
pero dulce tarea, de abrir senderos. Como esas personas que encabezan
las marchas por la selva que con un machete van abriendo, desbrazando
un sendero para los que le siguen. Los cristianos debemos abrir
senderos de futuro, de esperanza. No a golpe de machete, sino de vida
de evangelio. ¡Anunciar, anunciar que Dios nos ama y desbroza
nuestro camino!
Un niño llorando entró en la
habitación donde su padre estaba, y entre sollozos dijo: “Papá,
Antoñito se ha marchado. Jugábamos al escondite, yo me escondí tan
bien que él estuvo buscándome y como no me encontraba, se aburrió
y se marchó. ¡No es justo! El papá le respondió: “No ha estado
bien lo que ha hecho antoñito, pero ahora sabes cómo se siente
Dios”. “¡No entiendo papá!” “Dios es el Niño de Belén, se
escondió en un niño y las personas se cansaron de buscarlos y se
dedicaron a otras cosas. No olvides, hijo, que Dios también se
esconde en el pan y vino consagrados”. ¡Dios nunca se cansa de
buscarnos!
- ¿Nos escondemos de Dios?
- ¿Nos cansamos de buscar a Dios en los demás?
¿Recuerdan cómo comienza san Marcos
su Evangelio? Dice: “Comienzo del evangelio de Jesucristo, Hijo de
Dios” (Mc 1, 1). La palabra “Evangelio” es griega y significa
“buena noticia” ¿Y qué buena noticia es? La buena
noticia es cristo. La buena noticia es que Dios en Cristo fue uno de
nosotros, menos en el pecado, y que “escondido” está entre
nosotros y cuando obramos el bien, también en nosotros “¡El
Creador nace de la criatura!” (S. Pedro Damiano).
¿Quién recuerda a los
emperadores romanos, a los reyes del mundo de los tiempos de Jesús?
Jesús nació en un establo y tres cuartas partes del mundo lo
recuerdan y muchos lo aman.Decía san Juan de Ávila: “Os maravilláis de los dones que Dios os concede. ¡Maravillaos más de que Dios nos ama tanto que se hizo hombre por nosotros!”.
¿Con qué actitud esperas a Cristo?
¿Esperas al Señor, sentado y pasivo como esperas el autobús?
¿Esperas al Señor esforzándote para mejorar el mundo?
.-o-O-o-.
No hay comentarios:
Publicar un comentario