domingo, 7 de diciembre de 2014

La homilía de Don Julián para el domingo 7 de diciembre 2º de Adviento

. 7 Diciembre. 2 Adviento. Mc 1, 1-8.

El Deutero-Isaías, segundo Isaías, que vivió unos 200 años más tarde que el profeta Isaías, escribió los capítulos 40-55 del libro de Isaías. ¿Qué preguntan esos capítulos? Son una llamada a la esperanza, de forma que muchos lo denominan “El libro de la Consolación”, que el gran Haendel tomó muchos fragmentos para “El Mesías” “Consolad, consolad a mi pueblo”, “hablad al corazón de Jerusalén”.

Los creyentes, los católicos tenemos que dar vida al corazón del mundo triste y materialista hasta la exageración. Tenemos que ponernos en medio de nuestra sociedad para ofrecer esperanza y futuro.

Los cristianos tenemos la difícil, pero dulce tarea, de abrir senderos. Como esas personas que encabezan las marchas por la selva que con un machete van abriendo, desbrazando un sendero para los que le siguen. Los cristianos debemos abrir senderos de futuro, de esperanza. No a golpe de machete, sino de vida de evangelio. ¡Anunciar, anunciar que Dios nos ama y desbroza nuestro camino!

Un niño llorando entró en la habitación donde su padre estaba, y entre sollozos dijo: “Papá, Antoñito se ha marchado. Jugábamos al escondite, yo me escondí tan bien que él estuvo buscándome y como no me encontraba, se aburrió y se marchó. ¡No es justo! El papá le respondió: “No ha estado bien lo que ha hecho antoñito, pero ahora sabes cómo se siente Dios”. “¡No entiendo papá!” “Dios es el Niño de Belén, se escondió en un niño y las personas se cansaron de buscarlos y se dedicaron a otras cosas. No olvides, hijo, que Dios también se esconde en el pan y vino consagrados”. ¡Dios nunca se cansa de buscarnos!
  • ¿Nos escondemos de Dios?
  • ¿Nos cansamos de buscar a Dios en los demás?
Muchas personas se preguntan qué tienen que hacer para llenarse del Amor de Dios, para tener un corazón de Adviento, de Esperanza y de Futuro.

¿Recuerdan cómo comienza san Marcos su Evangelio? Dice: “Comienzo del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios” (Mc 1, 1). La palabra “Evangelio” es griega y significa “buena noticia” ¿Y qué buena noticia es? La buena noticia es cristo. La buena noticia es que Dios en Cristo fue uno de nosotros, menos en el pecado, y que “escondido” está entre nosotros y cuando obramos el bien, también en nosotros “¡El Creador nace de la criatura!” (S. Pedro Damiano).
¿Quién recuerda a los emperadores romanos, a los reyes del mundo de los tiempos de Jesús? Jesús nació en un establo y tres cuartas partes del mundo lo recuerdan y muchos lo aman.
Decía san Juan de Ávila: “Os maravilláis de los dones que Dios os concede. ¡Maravillaos más de que Dios nos ama tanto que se hizo hombre por nosotros!”.

¿Con qué actitud esperas a Cristo?
¿Esperas al Señor, sentado y pasivo como esperas el autobús?
¿Esperas al Señor esforzándote para mejorar el mundo?

                                                         .-o-O-o-.

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