domingo, 6 de octubre de 2013

Homilía de Don Julián para el domingo 6 de octubre de 2013

27 T.O. (6 Octubre) 

Lc 17, 5-10
Auméntanos la fe                       
-         ¿Qué cambiaría usted si tuviese fe para poder hacerlo? ¿Cambiaría las montañas de sitio? ¿Cambiaría los mares? ¿Cambiaría las horas del día?
Pero el hombre me respondió:
-        
Nada de eso cambiaría. Lo hecho por Dios está bien hecho. Me cambiaría a mí para ser como Dios me hizo y quiere que sea; no como mi falta de fe me hace ser.
Un poco complicada la respuesta, pero muy cierta. Porque la Fe no es sólo creer, sino también esperar. La Fe mueve a la esperanza y ¿qué esperamos? Esperamos el Cielo que con las buenas obras comenzamos a construir aquí en la tierra. ¡Queremos fe para ver a Dios, no para mover montañas!
La gente se “angustia” por mil cosas, y la mayoría de las veces sin importancia. ¡Si yo tuviera, si yo fuera…! Sócrates ni siquiera usaba zapatos, pero acudía al mercado a ver: “Me encanta ir al mercado y descubrir que soy feliz sin lo que se vende allí”.
Para ser feliz no hace falta estar lleno de cosas, sino tener fe en Dios y en las personas. Y para tener una fe auténtica, una esperanza segura y una caridad generosa, hay que estar convencidos que Dios nos ha otorgado la posibilidad de serlo.
Una necesidad básica de toda persona es la de confiar en sí mismo. Si no confiamos en nosotros mismos no podemos confiar en los demás. ¿Y cuándo confiamos en nosotros mismos? Cuando confiamos en Dios.
Escribió León Tostoi:
“Jesucristo enseña a los seres humanos que hay algo en ellos que les sitúa por encima de esta vida de ajetreos, alegrías y temores. Quien llega a entender la enseñanza de Cristo se sentirá como un pájaro que no sabía que tenía alas y ahora, de pronto, se da cuenta que puede volar, puede ser libre y ya no tiene nada que temer”.
-         ¿Valoramos la Fe?
¿Le pedimos a diario, a Dios, que nos ayude a aumentar y madurar la fe?
Cuando tenemos fe:
-         elegimos amar, en vez de odiar.
-         elegimos perseverar, en vez de renunciar.
-         elegimos alabar, en vez de criticar.
-         elegimos dar, en vez de robar.
-         elegimos consolar, en vez de ignorar.

¡Señor!, acoge nuestra petición: “aumenta nuestra Fe”. Ayúdanos a creer y a llevar nuestra fe a los demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario