Es fácil
encontrar faltas en otros, cuando no conocemos las circunstancias o motivos que
fomentaron sus actos. También es impresionante cómo escasos sucesos , pueden
alterar para siempre nuestra percepción de una situación.
Cuando nos
sintamos inclinados a juzgar, será un buen momento para suplicar a Dios la
sabiduría y paciencia para entender las acciones.
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