domingo, 26 de octubre de 2014

La homilía de Don Julián para el domingo 26 de octubre

“Amar a tu prójimo…”. 26 Octubre. XXX T.O. Mt 22, 34-40.

La garantía de la felicidad está en amar, amar sin cansarse de amar. Erich Fromm: “La completa satisfacción de todas las necesidades sexuales no es la base de la felicidad, ni siquiera garantía de salud”. Y E. Fromm no era un “beato”, más bien todo lo contrario.
En tiempos de Jesús había 613 preceptos (248 positivos y 365 negativos), un precepto negativo por día, y Jesús toma del Levítico el precepto “amarás al prójimo como a ti mismo” y dice que este precepto con el de amar a Dios sobre todas las cosas, es suficiente para ser feliz y agradar a Dios.
La tristeza nace casi siempre del egoísmo, del afán de poseer, de dominar. Dios nos ha creado para amar, para la alegría. ¡Quien ama se alegra y alegra! La persona que ama ha puesto alas a su alma y con ellas se remonta hasta Dios. Por el contrario, la tristeza convierte el corazón en algo sombrío.
“Lo que necesitas para conseguir la felicidad, no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado”, pues la alegría es el primer efecto del amor, y la tristeza el fruto estéril del egoísmo, y de la pereza.
  • ¿Estás triste? Pues seguro que caes en el enfado y en la ira.
  • ¿Estás triste? Pues seguro que eres malicioso y suspicaz.
  • ¿Estás triste? Pues seguro que mientes y hasta calumnias.
Dice el libro de los Proverbios (25,20): “Como la polilla al vestido, y la carcoma a la madera, así la tristeza daña el corazón del hombre”.
¡Padre y madres preguntaros si en vuestro hogar hay alegría! Si queréis un hogar sano, si queréis que vuestros hijos crezcan sanos de sentimientos y de espíritu y de conciencia, haced que la alegría esté siempre presente entre vosotros.
Dos amigos hablan sobre sobre una tercera que va a casarse con un soltero 209 años mayor que ella y rico.
  • ¡No se casan por amor!
  • ¡Claro que no! Él se casa por odio a la soledad y ella por odio a la pobreza.
¡No lo olviden! La felicidad no está en poseer poder o riquezas, sino en amar.





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