domingo, 15 de junio de 2014

La homilía de Don Julián para el domingo 15 de junio Fiesta de la Sma. Trinidad

Santísima Trinidad. 15 Junio. Jn 3, 16-18.


¡No hay tres dioses! Todos los domingos recitamos el Credo en Misa. ¿Cómo comienza? “Creo en un solo Dios”. ¿Podemos decir mucho más? ¡No! Se puede hacer elucubraciones, abstracciones, incluso caricaturas, pero ¿quién puede descifrar los misterios de Dios?
No somos conscientes de que siempre comenzamos una ceremonia haciendo la señal de la cruz mientras invocamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Ya es típico decir que el Espíritu Santo “es el gran desconocido” para los cristianos. Rezamos al Padre, rezamos al Hijo, pero ¿cuántos acuden al Espíritu Santo?
Hay que tener sensibilidad para “intuir a Dios”, para sentir su Amor.
Decía Valle Inclán: “La miseria del pueblo español, la gran miseria moral, está en su chabacana sensibilidad ante los enigmas de la vida y de la muerte”. La vida la convierte en un magro puchero, la muerte en una carantoña ensabanada que enseña los dientes, el infierno en un calderón de aceite hirviendo en el que los pecadores se achicharran como boquerones…
Cuando uno mira el resplandor del sol, la fecundidad de las cosechas, la belleza de un atardecer en el mar o en las montañas, la furia de un volcán, el perfume de las silenciosas rosas... ¿No sentimos las caricias de Dios en nuestro corazón? No es romanticismo, es saber disfrutar de lo creado sin saber por qué las hizo Dios y para qué.
  • No te detengas en lo malo que has hecho, sino en lo bueno que puedes hacer.
  • No te mires con tus ojos, sino con la mirada de Dios.
  • No pienses en lo dura que es la vida, piensa en la ayuda que Dios te ofrece.
  • No te lamentes de las oportunidades perdidas, se valiente para no perder las que te vengan.
  • No claudiques ante la adversidad. La santísima Trinidad es tu fuerza.
Ya es hora de que los cristianos salgamos de la pereza y proclamemos que la verdadera felicidad está en vivir y compartir el amor de Dios. La vida tiene sentido cuando ayudamos a otros a ponerse en camino e ir hacia Cristo.


“En el fondo del cielo veo a la Santísima Trinidad; al Padre, la primera persona, no engendrada por ninguna otra; la Hijo, la segunda persona, engendrada por el Padre, al Espíritu Santo, la tercera persona, que procede del Padre y del Hijo… En mi alma veo tres cualidades: el ser, el conocimiento y la voluntad. Soy, conozco y quiero. Tres cualidades distintas en una sola y misma alma, hecha a imagen de Dios. El ser produce el conocimiento y la voluntad. La voluntad procede del ser y del conocimiento. El conocimiento no procede de la voluntad, pero es engendrado por el ser” (Ernesto Psichari, nieto de Renán).


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