domingo, 8 de junio de 2014

La homilía de Don Julián para el domingo de Pentecosté, 8 de junio

Pentecostés. 8 Junio. Jn 20, 19-23.

Tanto el papa León XIII como Pio XII llamaban al Espíritu Santo “Alma de la Iglesia”. Un cuerpo sin alma, ¿qué es? Y para santo Tomás era “el corazón común de todos los cristianos”.
Recordemos que Jesús cuando se preparaba para subir a los cielos nos dejó su mayor tesoro: “Recibid el Espíritu Santo”, nos dijo.
La Iglesia comenzó a caminar el día que el Espíritu Santo vino sobre los Apóstoles y la Virgen que estaban orando en la sala donde se había celebrado la Última Cena. ¡Hoy es el cumpleaños de la Iglesia! Los cumpleaños lo celebramos, ¿cómo vamos a celebrar el cumpleaños de nuestra Madre la Iglesia?
Volvamos a recordar. La Iglesia son las personas creyentes en Cristo que reciben, porque le abren la mente y el corazón, el Espíritu Santo, soplo del Resucitado, para convertir a todos los pueblos al Amor de Dios.
Desde aquel primer Pentecostés, Cristo puso en medio de la humanidad su reino, un reino comenzado aunque sólo cuando vuelva Cristo será finalizado, llegará a plenitud.
¿Qué necesita la Iglesia? Corazones que se conviertan a Cristo. Mentes y corazones limpios para que sobre ellos pueda descender la Vida Nueva que trae el Espíritu Santo.
Si usted es un cristiano/a sencillo seguro que hoy está celebrando el cumpleaños de la Iglesia, de la Iglesia de la que usted es miembro y ama, es entonces su oración será: Espíritu Santo:
  • Dame felicidad para estar alegre.
  • Dame experiencia para ser fuerte.
  • Dame fracasos para mantenerme humano.
  • Dame entusiasmo para seguir adelante.
  • Dame éxitos para seguir luchando.
Que todos vayamos poniendo en los demás el fuego del Amor de Dios.

Semejanzas. Un solo Dios, tres personas. Como un alma y tres potencias, memoria, entendimiento y voluntad. Como el calor, movimiento y resplandor de una luz, o también los tres colores fundamentales, en que se descompone el rayo de luz, al pasar por el prisma, azul, amarillo y rojo. Como la naranja tiene olor, color y sabor. Como el árbol tiene raíz, tronco y copa; o también el árbol con tres ramas. Como el sol tiene disco y engendra luz y calor. Como el agua, que sale de la fuente, corre por el río y forma un lago. Como la claridad, que proviene de las tres luces encendidas en una habitación. Como en los cuerpos hay tres dimensiones, ancho, largo y grueso… Como el agua, que se encuentra en tres estados, sólido, líquido y gaseoso. Como la voz, que perciben muchos oyentes. Como la imagen de quien se halla rodeado de espejos. Como el trébol o trifolio, cuya ramita tiene tres hojas; con ella explicaba San Patricio a los irlandeses este divino misterio, y es por eso la ramita simbólica de los mismos. Como el triángulo equilátero; una sola figura, tres ángulos, tres lados.


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