¡Todo en orden, Señor!
Unos padres se van
de vacaciones. El hijo monta una fiesta de mucha droga y Rock&Roll, y en plena fiesta regresan sus padres. Con este tema
hay varias películas. Y claro el hijo queda al descubierto.
Hacer de nuestra
vida una fiesta le agrada al Señor, transformar nuestra vida en una juerga sin
control, es una imprudencia y a esta imprudencia es a la que Jesús se refiere
invitándonos a ser sensatos.
Vivir con alegría y
como buenos cristianos es formidable. Cristianos de los primeros siglos
comparaban nuestra vida a un alfarero con el barro. Cuando el barro está mojado
puede ser modelado, pero seco no es posible. El cristiano tiene que estar
empapado de la gracia para que nuestro corazón no se endurezca o embote. Jesús
nos lo advierte: ¡Vive la vida como una fiesta, no como una juerga
descontrolada!
La mayoría de las
personas en estas fechas estarán de vacaciones, durante los meses anteriores
habrán soñado y proyectado lo que deseaban hacer en sus vacaciones. ¿Lo estarán
consiguiendo? ¿Sus sueños y proyectos los estarán haciendo realidad?
|
Jesucristo nos ha nombrado
administradores los unos de los otros. Hay comida y felicidad para todos, pero
sucede que hay administradores injustos que no atienden a sus semejantes o se
quedan lo que les pertenece a los demás. Dicen los Hechos de los Apóstoles (4.32)
que los primeros cristianos “no llamaban suyo a sus propios bienes, sino que
todo era común entre ellos”. En nuestro mundo esto no es posible, pero es
vergonzoso que los cristianos vivamos como paganos más pendientes de la bolsa
de valores que de los padres ancianos.
En una encuesta
Gallup titulada “los santos entre nosotros” evalúa la fe de los cristianos y
dice:
- Son más éticos y honrados en sus asuntos
personales.
- Son más tolerantes y respetuosos con otras
razas y religión.
- Son más inclinados a la generosidad y
servicio
- Se preocupan más por la sociedad y medio
ambiente
- Son más felices.
¿Está usted entre
estos cristianos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario