domingo, 10 de abril de 2016

La homilía de Don Julián en el 3ª Domingo de Pascua, 10 de abril de 2016



En el evangelio de hoy tenemos una bella imagen de la Iglesia: Los discípulos, encabezados por Pedro, están en un barco. Al mandato del Señor echan la red y recogen una pesca: ciento cincuenta y tres. El número tiene significado. San Jerónimo nota que los zoólogos de aquel tiempo identificaron 153 especies de peces. El número indica que el Señor quiere que traigamos gente de toda nación, lenguaje y grupo étnico.

Jesús desea que su Iglesia sea "católica," es decir, universal. Jesús tiene algo para todo ser humano. Solo Él puede satisfacer los anhelos más profundos de toda persona.
Tenemos mucho para aprender del Evangelio de hoy. Trabajaron toda la noche, sin pescar nada. Seguían trabajando a pesar de no ver resultados. Pero - precisamente en el momento cuando estaban agotados - Jesús les dijo echar la red. Como los apóstoles tenemos que hacer las tareas requeridas, y estar listos para sorpresas, la presencia no esperada del Señor. Cuantas veces nos encontramos con los mayores resultados de algo que ni habíamos planeado ni esperado.
Hay un momento para echar la red, para la cosecha. Muchas veces, nos cuentan sus preocupaciones sobre sus hijos y nietos que han dejado la práctica de la fe. Les animo a rezar por ellos. Quizás a través de usted u otras personas el Señor tocará su corazón.
Nuestra tarea es escuchar al Señor y estar listos para hablar o actuar cuando Él indique. Shakespeare decía: "Todo consiste en estar preparado." listos para oír la voz del Señor y actuar.
Todos tenemos que mantener bien nuestra parroquia. No solamente los edificios, sino nuestro testimonio. Tenemos que trabajar duro en la educación de los niños. Tenemos que tener formas de responder a una variedad de necesidades. Tenemos que mantener bien el barco y la red.
Tu tienes tu parte. El Señor quiere que su Iglesia - guiada por el sucesor de Pedro - traiga gente de todo rincón. Jesús quiere que su Iglesia sea Católica (universal) porque solo él puede satisfacer los anhelos más profundos de toda persona. Para traer a los alejados de Jesús, hay que hacer oración, y vivir el Evangelio con alegría y entrega.

No hay comentarios:

Publicar un comentario