domingo, 22 de febrero de 2015

La homilía de Don Julián para el domingo 22 de febrero

1 Cuaresma 22 Febrero 2015. Mc 1, 12-15.
Las tentaciones de Jesús, la tradición, las coloca en un monte escarpado que se puede ver desde el valle del Jordán junto a la ciudad más antigua, Jericó. El valle está rebosante de vegetación, pero está rodeado por montañas áridas. Aquí tuvo lugar la primera revolución de la humanidad, el Neolítico. El hombre dejó de ser sólo cazador y recolector de frutos secos, y empezó a ser agricultor y ganadero. Y en esas montañas áridas, Jesús venciendo al Diablo, realizó la gran victoria: el bien puede al mal, la vida puede a la muerte.



San Marcos pone las tentaciones a Jesús inmediatamente después de su "entronización" en el Bautismo. Así, Jesús, a pesar de su condición divina, no quiere presentarse como un superhombre, sino un hombre como los demás. "¡Yo he vencido el pecado, al príncipe del pecado, no he hecho alarde de mi categoría divina; y así, vosotros podéis vencer también!", parece decirnos Jesús.

"Nissáh" que es el verbo hebreo que se traduce por "tentar", tiene también el sentido de "poner a prueba" o el de "examinar" (sal 26,2). El pecado, el Diablo, nos examina de nuestra fe, Esperanza y Caridad. "Tentando a Jesús, el demonio, además de querer averiguar si Él tenía poderes sobrehumanos y si era realmente el Hijo de Dios, quería también inducirlo a una desordenada afirmación de autonomía, es decir, a una infidelidad con el Padre.

Un día iba el demonio recorriendo pueblos y ciudades y se encontró con un grupo de diablillos: uno estaba tentando a un sacerdote, con dudas, miedos, sexo… pero no caía. Otro diablillo tentaba a un empleado de banca con dinero, sexo, aciertos en la bolsa y no caía. Otro era un político al que le ofrecía cosas parecidas a los anteriores, pero tampoco caía. El Demonio les llamó inútiles a los diablillos porque no encontraban el punto débil a las personas. Les dijo: "Fijaos en mí, estos tres van a caer". Se acercó al oído de cada uno y les dio la misma noticia: "¿Sabes la última noticia?". Al sacerdote le dijo: "A tu compañero lo van a nombrar Obispo". Al de la banca: "Tú que te mereces ser director de la mejor sucursal, te dejan tirado, van a nombrar al que va por detrás de ti", y al político: "Tu partido ha ganado, y casi por ti, pero ahora no te van a nombrar ministro". Y los tres reflejaron en sus rostros envidia, tristeza y crítica. Así les hizo pecar.

¿Examinarás esta Cuaresma cuál es tu punto débil?
Mejor que tener es ser
Mejor que famas es reconocimiento
Mejor que infundir temor es irradiar amor.
Mejor que melancolía es alegría
Mejor que rendirse es luchar.

No viva enroscado en sí mismo por miedo a equivocarse o a caer, si lucha y pone en su lucha a Cristo, no tiene por qué tener miedo.

Comencemos reconociendo nuestros pecados y nuestros deseos de ser mejores


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