Todos los santos. 1 Noviembre. Mt 5, 1-12.
Todos los marcados por el Bautismo, los
crismados por el crisma, todos los que visten la túnica blanca de la
gracia santificante, todos los que después de miles de caídas, de
miles de veces de ensuciarse en el lodo del camino, se han lavado con
el sacramento del perdón, de la reconciliación, están gozando de
la presencia de Dios. A todos estos bienaventurados los recordamos
hoy.
Fueron como nosotros. Se mancharon con
el pecado, dudaron durante sus sufrimientos, pero jamás dejaron de
lavarse y purificarse con la gracia del perdón, del arrepentimiento,
y Dios, el Buen Dios, los acarició y fortaleció con su gracia.
La Santidad no depende del estado de
una persona: soltero, casado, viudo, religioso, sino de si
correspondemos a la gracia de Dios o la rechazamos.
En el Cielo contemplaremos a Dios, pero
aquí en la tierra, quien quiera ser santo, y todos estamos llamados
a serlo, debemos reflejar, ser rostros amorosos de Dios para y
ante todas las personas. Si amas a Dios, tu cara, palabras y
obras lo reflejarán. ¡La cara es el reflejo de lo que se ama!
¿Qué hizo san Isidro Labrador para
llegar a la santidad? Ser buena persona, ser un buen cristiano, un
buen marido, un buen padre, un honrado y cumplidor trabajador y tener
su corazón abierto a la voluntad de Dios y remediar a los pobres con
todas sus posibilidades.
No es uno santo porque hace milagros,
los milagros son una mínima consecuencia de la santidad. ¡Se hacen
milagros porque se es santo, no se es santo por hacer milagros! Ahí
tenemos a Dimas, el buen ladrón.
En la película “Vivir”, Kurosawa
relata la historia de una persona que descubre de pronto que sólo le
quedan 6 meses de vida y en ese momento se da cuenta de que no ha
vivido, se produce un cambio y empieza a vivir. Ahora se afana por
cosas que tienen importancia, la importancia del valor de cada
instante. ¿Qué es importante? Amar, amar sin cálculo, como nos ama
Dios, como Cristo nos demostró dejándose clavar a la cruz.
- ¿Qué es para ustedes la Santidad?
- ¿Qué valor le dan a la Santidad?
- ¿Qué hacen por ser buenos, buenos hasta la Santidad?
- ¿Qué hacen para ser reflejos del amor de Dios?
- ¿Siguen las huellas de Cristo?
“En esto conocerán que sois mis
discípulos, si os amáis unos a otros” (Jn 13, 34-35).
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