domingo, 17 de agosto de 2014

La homilía de Don Julián para el domingo 17 de agosto

“Mujer, qué grande es tu fe”. 17 Agosto XX T.O. Mt 15, 21-28

¿Atiende, Dios, los ruegos que le hacemos? ¡Sin duda! Pero san Pablo dice: “nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene” (Rom 8, 26). ¿Quién acusaría a una madre de cruel porque no da a su hija pequeña un cuchillo que le pide para jugar con él? ¡Ya, ya! Usted me dirá que lo que le pide a Dios no es un cuchillo sino algo bueno, pero al mismo tiempo de pedirle a Dios usted está rezando: “Hágase, Señor, tu voluntad, en la tierra como en el Cielo”. ¿Usted quiere hacer la voluntad de Dios o que Dios haga la voluntad de usted?
Jesús sintió compasión… vió la fe de esa mujer pagana echada en tierra, a los pies de Jesús, y curó a su hija. ¡Sentir compasión!
  • Ante un anciano que se ha caído
  • Ante un niño hambriento y sucio
  • Ante un paralítico en silla de ruedas
  • Ante…
Pero, sentir compasión, lleva parejo atenderlos. ¿Quién los atiende?
Pedir con confianza
Un señor cruza un rio montado en su caballo. En mitad del río el caballo se detiene y no hay manera de hacerlo andar. El dueño le pega y suelta por su boca improperios. Una mujer, desde la otra orilla, le dice: “en vez de decir esas palabras casi blasfemas, sería mejor que usted rezara un Padrenuestro”. El señor, le respondió: “Es buena idea, pero no lo voy a hacer, no sea que al caballo en un arranque de piedad, le dé por ponerse de rodillas. Entonces me ahogaría”.
  • Hay que ponerse de rodillas, el engreído no lo hace.
  • Hay que ponerse de rodillas, el soberbio se cree dios.

¡La mujer se arrodilló y Jesús curó a su hija!

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