domingo, 5 de junio de 2016

La homilía de Don Julián para el domingo 5 de junio

Pereza o flojera
Están pensando algunos de ustedes: "He trabajado duro, estudiado duro. Estoy listo para relajarme un poco. Que nadie venga a arruinar mis deseos."
Cuando los autores cristianos hablan del pecado de pereza, no están diciendo que debemos llenar todo momento con trabajo. Es exactamente contrario. Santo Tomas llama pereza, "el pecado contra el Sábado."
La Biblia habla del Sábado, el día séptimo, el día cuando Dios descansa después del trabajo de creación, es decir un día apartado de los otros. Es el día más importante de la semana - un día dedicado a Dios.
La peor pereza es ir contra el descanso del domingo, el rehuir hacer la tarea más importante: adorar a Dios. La pereza espiritual llega a rechazar el gozo que viene de Dios.
Un empresario decía que tenía cosas más productivas que hacer el domingo que ir a
Misa. La cosa más productiva que un ser humano puede hacer, ¿no es pasar tiempo con Dios, y en familia?
San Pablo nos enseña a teer asombro y gratitud; dar gracias a Dios por su misericordia. Es lo que hacemos en la Misa.
De la gratitud fluye la alabanza. Es interesante lo que escuchamos de un niño o joven devueltos de la muerte. Estos milagros causan alabanza. El evangelio dice, "comenzó a glorificar a Dios." En la misa cuando el sacerdote levanta la Hostia - el Cuerpo de Cristo - muchos dicen calladamente, "Dios mío y Señor mío" - un bello acto de glorificar a Dios.
Entonces, el verano empieza pronto. Espero que tengan tiempo para relajarse, tiempo para la familia y las amistades, pero sobre todo, para lo que importa más. Cuando pones a Dios en primer lugar, las otras cosas encontraran su propio lugar. Por eso es natural que después de la misa dominical tener tiempo para la familia: tiempo tranquilo o tiempo para una buena lectura o aun una siesta.

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