Si
caminas por los senderos del amor y no del egoísmo, que es ciego, te
quedarás asombrado de los corazones buenos, de adultos y jóvenes,
de ricos y pobres. Sí, corazones buenos, pero que sufren soledad,
incomprensión o faltos de ánimos que les den aliento para seguir
siendo caminantes y constructores de una sociedad en la que todas las
personas miren al cielo y exclamen: “¡Señor, todo es bueno!”.
¿Te
duele el corazón por lo bueno que pudiste hacer y no has hecho?
¿Te
duele el corazón porque jamás te paras para sacar a una persona del
pozo en que sus errores o los tuyos los metieron?
¿Quieres recetas
para enjugar lágrimas de impotencia, espinas de desamor, ahuyentar
sombras de desprecio?
¡Sí! Una y mil veces: ¡Pon en tu corazón el
Evangelio! “Hombre, no olvides que polvo eres y en polvo te
convertirás”, pero hasta que llegues a esa meta debes ser vaso de
agua para el sediento, bollo para el hambriento y presencia de Cristo
siempre dispuesto a mostrarse a través de ti, en OBRAS, no en
palabras o bonitos pensamientos.
¿Cambiarás
algo de tu vida durante los 40 días de Cuaresma?
¿Te desprenderás
de orgullos tontos, de envidias carcomas, de enfados tercos? ¿Te
esforzarás por entender mejor a las personas? ¿Serás más tierno y
amable con tu esposa/o?
Si eres joven, ¿serás menos arisco,
exigente y respondón con tus padres? ¿Restringirás tus salidas y
aumentarás horas de estudio?
Casados
y solteros, jóvenes o mayores… ¿Queréis comprometeros en algo
concreto esta cuaresma que hoy empieza? Pensad: Mientras haya a mi
lado quien sufra: ¿Tengo derecho a buscar mi felicidad sin tener a
los demás en cuenta?
Las
palabras y los pensamientos pueden ser bellos, pero sin obras son…
palabras y pensamientos idiotas, falaces. Abre tus ojos, mira de
frente a Cristo y oirás que te dice: “Los amados, aman. Sólo los
amados aman. Los amados no pueden dejar de amar.
¿No te sientes
amado por mí? ¿Entonces por qué no amas como debieras?”.
¡Vive
la Cuaresma… deja de ser o de comportarte como un pagano esta
Cuaresma!
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