Ahora voy; ahora te llamo; ahora te lo traigo. Con esa expresión queremos
expresar
que tenemos voluntad de hacer aquello que prometemos, pero en realidad la
palabra implica que por lo pronto seguiremos haciendo lo que estábamos
haciendo.
Nos narra san Lucas que alguien al que Jesús le dijo: “Sígueme”, le
respondió:
“Señor, déjame ir primero a enterrar a mipadre” (Lc 9, 59). Suena razonable, uno pensaría:
“pobre, se le murió su padre y es lógico que quiera primero dejar arreglado
lo del velatorio y el entierro antes de seguir a Jesús”, pero era una simple
excusa.
Jesús responde con frases muy tajantes para dejar claro que nada puede ser
más
importante que el Reino de Dios. Y es que cuando se trata de seguir al
Señor, no cabe
posponer el encuentro, poner pretextos.
Sólo tenemos hoy para seguir a Jesús. Sólo tenemos hoy para dar amor; hoy
para
perdonar; hoy para pedir perdón; hoy para confesarnos; hoy para comulgar;
hoy para
orar; hoy para leer y meditar la Palabra; hoy para visitar al Santísimo;
hoy para
brindar una ayuda; hoy para reparar una injusticia; hoy para enmendar un
error;
hoy para edificar el Reino. No hay tiempo que desperdiciar. Urge pasar del “ahoritita”
al “ahora”, del “ahora” al “hoy, y del “hoy” al “ya”
oooOOOooo