domingo, 29 de marzo de 2015

La homilía de Don Julián para el Domingo de Ramos

Jesús entra "triunfante" en la ciudad de Jerusalén. El profeta Zacarías (9,9) había anunciado que el Mesías triunfal que esperaban entraría en la ciudad Santa como rey humilde y pacífico. Jesús entra sobre un animal de carga (Mt 21, 7), pero la gente lo proclama como si lo reconocieran como enviado por Dios: "Bendito el que viene en nombre de Jesús".


Sobre la pasión
Hay un cuadro de Juan Berad que representa la pasión del Señor. En Él, Cristo con el cuerpo y la frente ensangrentados lleva la cruz camino al Calvario. A ambos lados están los hombres viéndole pasar. A la vera del camino está un anciano que agoniza apoyado en el pecho de un sacerdote. Más allá, un soldado herido mira un crucifijo. Un obrero, de rodillas, reza, una monja levanta dos huérfanos en sus brazos, una joven de velo blanco lo mira con amor.

En otro lado se ven cosas muy distintas. Uno de los verdugos golpea al Señor. Una mujer desgreñada da una piedra a uno de los verdugos, para que lo apedree. Hombres con caras bestiales se dirigen furibundos hacia la cruz. Un joven y una joven vestidos con trajes de baile se ríen a carcajadas.

Cristo camina así por la vida entre el amor y el odio. Unos gritan: ¡Hosanna! Y otros: ¡Crucifícale!

¿De cuáles queréis ser vosotros, mis hermanos?

El hoy beato Juan Castelli era jefe de soldados mercenarios cuando decidió entregarse a Dios en un convento de Franciscanos.

A causa de su genio vivísimo, le costaba mucho reprimirse, y toda la disciplina le imponía verdaderos esfuerzos. Se indignó tanto un día porque el superior le riñó severamente, que determinó vengarse dándole muerte. Pero al pensar que estaba en un convento para hacer penitencia, fue a postrarse ante un crucifijo.

Una oleada de sangre llenó su boca. Tanto era el esfuerzo exigido a su naturaleza por el vencimiento, que se le había roto una vena.
Mirad lo que me cuesta serviros dijo a Cristo Crucificado.


Y Cristo, desprendiendo de la cruz la mano derecha, le respondió:
Y a mí lo que me ha costado amarte. (Del Vademécum de ejemplos predicables, editorial Herder, año 1962, Barcelona).

¿A qué vienes, Jesús, a Jerusalén?

Vengo a:
Mostraros que el amor de Dios no tiene límites.
Mostraros que hay que ser fieles a la voluntad de Dios hasta el final.
Enseñaros a dar la vida por los demás
Levantar y consolar a los caídos y despreciados.
Abrir los corazones endurecidos y a poner en ellos el Amor de Dios.
Sembrar en los corazones misericordia y esperanza.
Derramar mi sangre y liberarte con ella
Deciros que Dios os ama y está con vosotros.

domingo, 22 de marzo de 2015

La Homilía de Don Julián para el domingo 22 de marzo

¡Ha llegado la hora!

Tengo en la palma de mi mano un grano de trigo, puedo guardarlo o puedo sembrarlo. Si lo siembro tendré una espiga con muchos granos. Tengo que perder ese grano para ser "dueño" de muchos granos.

Los griegos que hablaron con Felipe, querían ver a Jesús, por curiosidad o por interés, pero lo BUSCABAN, ¿y usted lo busca? ¿Quiere usted ver a Jesús? ¿Cuánto esfuerzo pone en encontrarlo? ¿Es un lector asiduo de la Biblia?

Seguro que usted dice: "¡Yo quiero ver a Jesús!" Pero si de verdad quiere encontrarse con Él, debe pensar: ¿Cómo es mi amor y mi compromiso hacia Él? ¿Cómo expreso mi deseo de buscarle y encontrarle? ¿Doy amor y entrega a los que tengo a mi lado sabiendo que Jesús se puede hacer el encontradizo a través de uno o de todos ellos?
Si no perdona de corazón…
Si no es solidario con los que sufren…
Si no imita a Jesús…
Si no lucha contra el egoísmo…
Si no refleja en su vida el amor de Dios…
Si no escucha en su corazón la voz de Dios…

¡No busca ni quiere encontrar a Jesús!

Un hombre arriesgó su vida lanzándose a las aguas turbulentas de un río para salvar a un muchacho que era arrastrado por la furiosa corriente. Cuando el joven se recuperó le dijo al hombre: "Gracias por salvarme la vida". El hombre le miró a los ojos y le dijo: "Procura que haya merecida la pena salvar tu vida".

Jesús nos salvó, dio su vida por nuestra vida. ¿Le ha merecido la pena? En la obra musical "Jesucristo superstar", creo que Judas le pregunta a Jesús: "¿de qué ha servido tu sacrificio?" Hay que preguntarnos: ¿El sacrificio de Cristo ha servido para desenterrar de nuestro corazón a Dios? La semilla de salvación puesta por Cristo en nuestra vida, ¿está creciendo, dando frutos?

Señor, Jesús,

"… ha llegado la hora…",

el momento de dar la vida,

de amar hasta la cruz,

yo quiero estar junto a la cruz,

yo quiero agradecerte tu muerte por mí

yo quiero decirte: ¡Te amo, Amor de todo amor!

jueves, 19 de marzo de 2015

La homilía de Don Julián para la festividad de San José 19 de marzo de 2015

San José. 19 marzo 2015. Mt, 16. 18-21. 24a.
¿Es importante san José en la Historia de la Salvación? A excepción de la Virgen María, a nadie se le encomendó una misión de tanta importancia como la que Dios le confió a san José: ¡Hacer las veces de padre de Jesús, el Hijo de Dios, el Salvador!

La vida de san José hay que mirarla y entenderla a la luz de lo que Dios le pidió: ser esposo de la Virgen María y hacer las veces de padre de Jesús. Tenía que ser un hombre lleno de virtudes, pero sencillo y silencioso, es decir, de vida interior.

"Toda la gloria y la felicidad de san José consistió en haber sabido entender la voluntad de Dios y en haberla llevado a cabo fielmente hasta el final".

¡Cuánto pueden los "padres" de hoy aprender de san José! ¿Qué es un padre sin virtudes sanas que ofrecer a sus hijos? ¿Qué es un padre que carece de sencillez para inculcar a en sus hijos? ¿Qué es un padre que no sabe meditar los acontecimientos familiares y sólo después de un previo silencio, sabe marcar metas y rumbos a sus hijos? ¡No es lo mismo ser procreador que ser padre!

A muchos padres habría que preguntarles, ¿Sabe usted a donde va siendo el padre que es?

Cuentan de Chesterton que era muy despistado. En una ocasión, viajando en tren, el revisor le pidió el billete. Él comenzó a buscarlo por todos los bolsillos y no lo encontraba. Se iba poniendo cada vez más nervioso. Entonces el revisor le dijo: "Tranquilo, no se inquiete, que no le haré pagar otro billete: "No es pagar lo que me inquieta repuso Chesterton- lo que me preocupa es que he olvidado a dónde voy".



San José debe ser para los padres ejemplo de virtudes, tales como: Obediencia a Dios, fe, esperanza, laboriosidad y fortaleza para cumplir las obligaciones. ¡Ser fuertes! Los padres tienen que ser fuertes para no ceder ante el cansancio o la comodidad ante los caprichos propios de los hijos.

Colaborar con Dios, y colaborar bien, para no estropear la hermosa obra de Dios. "Si un hombre es barrendero, tendría que barrer las calles como pintaba Miguel Ángel, como componía Beethoven, como escribía Shakespeare", dice un autor moderno. Se debe trabajar con amor. "Trabajar con amor es tejer la tela con hilos de vuestro corazón, como si el ser amado fuera a usar esa prenda de vestir. Es arrojar semillas de ternura, y cosechar con alegría, como si el ser amado fuera a comer ese fruto. Es impregnarlo todo de amor" (K. Gibrán). La fiesta de hoy nos señala a todos a San José, obrero. ¡La Obra Bien Hecha! ¿Alguien puede imaginarse a San José haciendo "chapuzas"? Realizaría tareas sencillas, pero pondría toda su alma en hacer las cosas bien. No haría cosas extraordinarias, pero lo ordinario lo haría extraordinariamente.


domingo, 15 de marzo de 2015

La homilía de Don Julián para el domingo IV de Cuaresma 15 de marzo de 2015

4Cuaresma. 15 marzo 2015. Jn 3, 14-21.
¡Salvar, salvar… no condenar!
"… tanto amó Dios al mundo que nos envió a su propio Hijo… no para juzgar… sino para que el mundo se salve por Él".
¿Qué nos dice Dios?
¿Para qué fue enviado Jesús?
¿Qué misión tenía Jesús?
¿Cuál debe ser nuestra actitud ante Jesús?
¿Nuestra fe es de vida o de conceptos?
 
Si nuestra fe es sólo de conceptos, pero nuestro corazón está cerrado a Dios y nuestra voluntad está cerrada a las buenas obras "preferiremos las tinieblas a la LUZ".

"Una revista japonesa tiene en una de sus páginas la fotografía de una mariposa en blanco y negro. Pero al contacto del calor de la mano la tinta reacciona y la mariposa se va transformando poco a poco y termina apareciendo llena de color y belleza".

Así, si nosotros nos dejamos tocar por la LUZ, por la Salvación que Cristo trajo al mundo, adquiriremos la originalidad, hermosura y pureza con la que Dios nos creó. ¡Qué belleza adquiere el corazón que se abre y se deja tocar por Dios!

… tanto amó Dios al mundo
que nos creó libremente
que podemos aceptarlo o rechazarlo
que nos hizo a su imagen y semejanza
que nos mandó un Salvador
que nos dio su Espíritu Santo.

Los aficionados al fútbol americano seguro que han oído hablar de Tim Tebow. Este futbolista lleva debajo de su ojo derecho escrito Juan y debajo de su ojo izquierdo 3,16, que es la cita del Evangelio de hoy: "… tanto amó Dios al mundo…". ¿Qué les parece? Es un buen recuerdo para no condenar a nadie y sí amar a todos.

Así que pregúntese usted:
¿Qué debo hacer para parecerme a Jesús?
Mis manos, ¿acarician o maltratan?
¿Soy calor que da amor y felicidad?

Un profesor a sus alumnos en clase les decía:
"Yo soy muy, muy tolerante. Lo mismo que a mí hay mucha gente que me cae mal, comprendo que haya un montón de idiotas a los que les caigo mal yo".

¿Se parece usted a este profesor? Sólo los idiotas no me aceptan, pero yo no lo soy cuando no acepto a otros.
 
                                           .-o-O-o-.
 
 
 




 


domingo, 8 de marzo de 2015

La homilía de Don Julián para el 3º domingo de Cuaresma

3Cuaresma. 8 marzo 2015. Jn 2, 13-25.
Dios está en el Templo y de manera especial en cada persona humana. ¡Dios reside en cada persona! ¿Quiere entender a Jesucristo? Pues tenga siempre presente:
Una persona vale más que todos los templos
Preste más atención a las personas que a las normas.



Una señora decía:
"Soy una enamorada de los zapatos. Tengo muchos pares y me sientan muy bien".

Yo pregunté:
"¿Cuántas veces le da gracias a Dios por tener pies y presumir y lucir los zapatos?

La señora se quedó pensativa y reconoció que nunca había caído en eso. Consideraba tan normal tener pies que jamás lo había tenido en consideración. Nos preocupamos por ser "bellos", dieta, Look, gimnasio,… pero ¿quién recuerda que ha de cultivar la belleza del alma, la bondad del corazón?


¿De qué nos llenamos?
El psicólogo le dijo a la señora que su única enfermedad era su actitud negativa ante la vida, ante los demás: "¿Ve usted todos esos recipientes que hay en la estantería? Todos están vacíos. Usted o yo, puede llenarlos o de cosas buenas o malas, de veneno o de medicamentos. Vacíese usted de la ira, el coraje, las envidias, los resentimientos… y tendrá usted una formidable salud".
Pase usted a su corazón y expulse de él todo lo que le amargue, le inquieta… que sea un lugar de paz.

Pase usted a su corazón y destierre de él esos sentimientos que te empujan a venderte por cosas efímeras.
Deja qué el Señor inunde tu corazón de alegría.
Deja que el Señor sane tus heridas.
Deja que el Señor te infunda esperanza.

En estos días de cuaresma, ¿qué va a hacer para ayudar a Cristo a transformar tu vida? ¿Vas a esforzarte en arrancar de tu vida lo que te aparta de Dios y te crea antipatía a ti mismo?

Recuerde este salmo (24, 3-4)


"¿Quién puede subir al monte del Señor?

¿Quién puede estar en el recinto sacro?

El de manos inocentes y puro corazón,
el que no se dirige a los ídolos ni jura en falso".


domingo, 1 de marzo de 2015

La homilía d Don Julián para el domingo 1 de marzo, 2º de Cuaresma

2Cuaresma. 1 marzo 2015. Mc 9, 1-9.
Jesús conversando con Moisés y Elías, dos personajes que habían pasado por la experiencia del ayuno de 40 días, Moisés en el monte Sinaí y Elías huyendo porque querían asesinarle, principalmente la princesa Tiria Jezabel, casada con el rey Ajab. Los tres discípulos que serán testigos más directos de su agonía en el huerto de Getsemaní: Pedro, Santiago y Juan.

El cristiano, casi siempre, tiene que ir contracorriente. Se le hace la vida cristiana áspera y dificultosa por cuanto siempre ha de ofrecer el bien aun cuando se le abofetee con el mal. Así, Jesús, en estados de decaída de ánimos, ofrece consuelos. Él sufrirá, lo verán morir, ser sepultado, pero para que no caigan en el desánimo total, les ofrece una imagen de su gloria.

¿Está usted ahogándose en el desánimo? Mire al cielo, mire la Cruz… ¡no hay nadie en la Cruz, pero el Cielo habla! Recuerda que tu cruz o pequeñas cruces que ahora te tienen clavado, un día se rendirán y tú te encontrarás en el Tabor donde oirás la voz de Dios que te dice: "Tú eres hijo mío. Pasa a gozar de mi eternidad".

No nos gusta el dolor, pero… ¿y si fuera el test del amor? El amor es la gloria, también humana, la que podemos disfrutar cada día.

Imagínese que su esposa/o le preguntara:
¿Me amas?
¡Sí, claro!
Entonces, ¿te sacrificarás por mí? ¿Renunciarás a tus caprichos para darme gusto? ¿…?

El test del amor nos pregunta ¿qué estamos dispuestos a sacrificarnos nosotros por los que decimos que amamos? ¿Nos miramos a nosotros o miramos al Amor?

Se está juzgando a un asesino. EL abogado defensor se dirige al jurado: "Tienen que declarar a mi cliente inocente. El verdadero criminal va a entrar ahora mismo por la puerta de atrás".

Todos los ojos se dirigieron a la puerta. No entró nadie. EL abogado dijo: "Todos han mirado a la puerta. Si hubiesen estado convencidos de que el acusado es el culpable no lo hubieran hecho".



Pero el jurado lo declaró culpable. El abogado increpó al jurado: "¡Yo he demostrado que ustedes tenían dudas! ¿Por qué lo han condenado?".

Un miembro del jurado le contestó: "Yo observé a su cliente. Es el único que no miró a la puerta porque sabía que nadie iba a entrar. Sabía que él era el único culpable".

Así que el Evangelio de este domingo nos dice que hay que "mirar bien", con ojos limpios para ver de verdad que Jesús es el Mesías. Nos dice que los oídos los debemos tener abiertos para escuchar las Palabras que Dios nos dirige con más frecuencia de lo que creemos.
¿Sabe escuchar a Dios?
¿Sabe escuchar a las personas?
¿Ve con ojos limpios de prejuicios las "revelaciones" de Dios?
¿Ve con ojos limpios de prejuicios a las personas?

¡No olvide que es importantísimo escuchar y ver sin juicios ni prejuicios a Dios y a las personas! ¿Lo hace usted?