miércoles, 31 de diciembre de 2014

M A R I A

M  A  R  Í  A

La fiesta de María es un signo de esperanza para el mundo. Como ella dio a luz al Salvador, Jesús, nosotros podemos alumbrar una nueva visión, la visión de Jesús, visión de Paz y Justicia, visión de liberación de toda opresión, de un mundo sin guerra y de trabajo por el bien común, sin prejuicios ni racismos, diverso pero en el que Dios está presente como lo está en María y en su hijo.
Juan Pablo II escribió: "A través de la nueva vida que Dios nos ha regalado podemos reconocernos mutuamente como hermanos a pesar de las diferencias de idioma, nacionalidad y cultura. En una palabra, compartiendo el mismo pan y la misma copa, somos familia de Dios y juntos podemos hacer efectiva nuestra contribución en la edificación de un mundo basado en los valores de la justicia y la paz".
Comenzamos el año bajo el signo de la Madre de Jesús y la nuestra. Los ojos de la Madre miran con ternura la vida recién nacida y en su hijo nos bendice a todos nosotros sus hijos.

martes, 30 de diciembre de 2014

Regalos para todos los días


Regalos que puedes hacer hoy:

Nuestro afecto a los demás. El amor necesita signos. Abraza a tu familia, a tus amigos, y nunca digas: “¡Ya saben ellos que los quiero!”.
 
Ten buen humor. Olvida tus quejas y tus penas y procura con tu buen humor encender en los corazones de los demás una pizca de sentido del humor.

Escuchar. La gente tiene hambre de ser escuchada. Escuchando les demuestras tu cariño y les ayudas a disipar la soledad que pueden padecer.

Tener cumplidos. Alaba cualquier gesto que te parezca que el otro valora: “Me encantan tus zapatos”, “tus razonamientos me hacen pensar”… Todo esto es señal de que te fijas en ellos.

Respetar la intimidad. No seas cotilla de las intimidades de nadie. A lo que tú no le das importancia, el otro puede dársela. ¡El respeto es muy importante!
 
Rezar. Rezar por las personas que conoces, pedirle a Dios que les dé fuerzas para que solucionen sus problemas. Rezar por alguien es una forma de decir: “Te aprecio tanto que a menudo le hablo a Dios de ti”.
 

                                                       .-o-O-o-.






domingo, 28 de diciembre de 2014

La homilía de don Julián para el domingo 28 de diciembre


28 Diciembre. Sagrada familia. Lc 2, 22-40.

“La familia cristiana no puede buscar tan sólo crear en su hogar un ambiente de amor, paz y ayuda mutua. Aunque esto sea lo primero, no debe ser lo único, caería en el egoísmo anti-evangélico. Jesús, María y José se dieron plenamente a la causa del Reino. Los cristianos no sólo se casan por la Iglesia, sino también para la Iglesia y para el mundo, dando testimonio del Evangelio, luchando por hacer un mundo mejor, más humano y más divino, a imagen de la familia de Dios” (Monseñor Iniesta, obispo).

Hoy hay que dar vivas a las familias. ¿No es la familia el sustento de la sociedad? La familia es lugar de equilibrio y crecimiento. Todos sabemos que la vida es una mezcla de alegrías y de tristezas. Pero las alegrías son mayores cuando las compartimos y las tristezas menores cuando tenemos al todo alguien que nos ayuda a superarlas.

Cuando toda va bien, los jóvenes exigen su independencia, dejan el hogar. Pero ante la enfermedad o cuando las cosas se ponen mal, regresan al hogar.

La mano amiga

Una enfermera muy agradable, sobrecargada con muchos pacientes a los que atender, vio a un joven entrar en la habitación e, inclinándose sobre el paciente anciano, que estaba muy grave, le dijo a voces:
Tu hijo está aquí.

Con gran esfuerzo, el anciano moribundo abrió y cerró los ojos. El joven apretó la mano envejecida del enfermo y se sentó a su lado.

Permaneció durante toda la noche, sentado a su lado, sujetándole las manos y susurrándole al anciano palabras de consuelo. Al amanecer el anciano murió. No obstante el dólar, tenía una expresión de paz en el rostro arrugado por el tiempo.

Inmediatamente, el equipo de empleados del hospital entró en la habitación para retirar todos los aparatos y las agujas. La enfermera se acercó al joven y comenzó a decirle palabras de consuelo, pero él la interrumpió con una preguntó:

  • ¿Quién era este hombre?

Asustada la enfermera dijo:

  • ¡Yo creí que era su padre!
  • No. No era mi padre – dijo el joven-. Yo jamás lo había visto.
  • Pero, ¿por qué no me dijo nada cuando yo le dije a él que era su hijo? – preguntó la enfermera-.
  • Me dí cuenta de que él necesitaba a su hijo y que éste se encontraba ausente. Y como estaba demasiado enfermero para reconocer a su hijo, decidí tomarle la mano para que se sintiera acompañado. Sentí que él me necesitaba.

Cuando la gente ande agobiada con muchos problemas que resolver, no tiene tiempo ni siquiera de oír el desahogo de un corazón afligido; un joven tuvo ojos para ver y oídos para escuchar la llamada muda de un padre en el lecho del dolor. Es muy triste vivir en soledad… Y más todavía no tener a nadie con quien contar en el lecho de muerte (Ivani de Oliveira y Mario Meireles).


                                                  .-o-O-o-.




































jueves, 25 de diciembre de 2014

La homilía de Don Julián para la fiesta de la Natividad del Señor


Dios se encarnó para dejarse ver por los hombres.25 Diciembre. Natividad del Señor. Lc 2, 1-14.


Dice san Francisco de Sales: como el cristal de un espejo no tendría nuestra vista, si no tuviera por detrás una capaz de estaño o plomo, así la virginidad no podría ser bien contemplada por nosotros en este mundo, si no se hubiese unido a la sagrada humanidad del Salvador. ¡Ya conocemos a Dios de manera visible! Y partir de la Encarnación, Dios, por medio de su Hijo, habla directamente con las personas. “Se dignó bajar a la tierra a conversar con el hombre, como si fuese su hermano”.

Hay un villancico belga que se titula “pastor sorprendido”. Los pastores, que han recibido el anuncio de los ángeles, van a la gruta de Belén llevando sus dones: manteca, miel, queso, leche… Pero uno se presenta con las manos vacías. El villancico le pregunta: “Y tú, pastor, ¿cómo vienes sin nada a adorar al Niño?”. Y el pastor responde: “Yo le traigo mi sorpresa”.

¿No es sorpresa que el que es Creador, se haga Salvador, que Dios se haga hombre, para que el hombre se haga Dios? Pecó el hombre y se hizo reo; nació el Hombre-Dios y libra al reo. El hombre cayó miserablemente y Dios descendió misericordiosamente. ¿No es motivo para quedar sorprendidos?

¡Niño Jesús! Te traigo mi corazón sorprendido. Tú siendo Dios me amas tanto que te haces Hombre para darme la mano de la Salvación. ¡Mi corazón salta de alegría, pero mi razón no entiende! Vienes a nosotros, y nosotros te cerramos las puertas de nuestros corazones, de nuestros hogares. ¿Cómo podemos acogerte a Ti si no acogemos a los pobres e indefensos?

Decía san Francisco de Asís:

“¡Oh Jesús mío, no has sabido defenderte de la locura del amor, porque amor y sólo amor es quien te ha obligado a descender a este mundo!”. Y es que Dios tiene sólo un deseo y es que todas las personas se amen a semejanza de cómo nos ama Él.

¿Y quién comprenderá este misterio? Lo comprenderán sólo los humildes y sencillos. Recordemos que para pasar a la Basílica de la Natividad en Belén, sólo se puede hacer por una pequeña puerta, que mide poco más de un metro, así que para entrar hay que agacharse, como si fuera una señal de que sólo los que se inclinan ante el Misterio pueden acercarse al Hijo de Dios y comprender algo de su Amor hacia nosotros. ¿Tiene usted un corazón sencillo, humilde? ¿Inclina usted su corazón y su mente ante los misterios de Dios?

Según Isaías (7, 14) ver a Dios significaba morir y además Dios se manifestaba entre truenos y relámpagos. Pero ahora Dios es un Niño recién nacido. ¿Quién le tiene miedo a un bebé? Ahora podemos ver a Dios hecho Hombre, tratar con Él y en vez de morir recibimos Vida, Vida eterna.


  • ¿Se esforzará por ver a Dios en los que le rodean?
  • ¿Intentará ser la ternura de Dios allá donde se encuentre?
  • ¿Será la paz y la ayuda de Dios para cuantos trate usted?

                                               .-o-O-o-.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

No pierdan la memoria n Navidad

                                         No pierdan la memoria en Navidad 

En Cien Años de Soledad se cuenta la historia de un pueblo en el que sus habitantes comenzaron a per- der la memoria. Ya no sabían cómo llamar a las cosas más sencillas. Y la comunicación se hacía casi imposible. El pueblo sin memoria era un pueblo sin pasado ni futuro.
Uno de los habitantes, que aún no sufría el vértigo del vacío, decidió erigir dos gigantescos letreros. Quería recordar a sus paisanos dos verdades que no debían olvidar.
A la entrada del pueblo colocó uno que decía: "Mi pueblo se llama Macondo". Y en el centro de la plaza colocó el otro que rezaba: "Dios existe".
Podían olvidarlo todo. Perder la memoria no es una tragedia. Pero ¿cómo olvidar el nombre de mi pueblo? ¿Cómo olvidar que Dios existe? Sería como enterrar el pasado y quedarse sin futuro.
Mi pueblo se llama Soria, Noviercas, Jaray... Mi pueblo es mi raíz, mi conciencia, mi ser, mi almacén de vivencias y nostalgias. Gracias a él soy lo que soy en el tiempo. "Que se me pegue la lengua al paladar si me olvido de ti, pueblo mío".
Dios existe. Dios es mi pasado y mi futuro. Dios existe para mí y yo para El. Gracias a Él soy lo que soy en el tiempo y en la eternidad.
Mi pueblo y Dios, dos senos maternales que me mantienen vivo e ilusionado.
En este pueblo grande, que es España, muchos de sus habitantes empiezan a perder la memoria. La Navidad ya no se asocia a Jesús, el niño de Belén. Huele más a pino, a 212 de Carolina Herrera, a regalo perfecto Corte Inglés, a ski en las montañas rocosas...huele a todo menos a niño.
Los puritanos del Mayflower se negaban a celebrar la Navidad porque Diciembre 25 no está en el Nuevo Testamento. Más tarde se rebelaron contra la Navidad albergada en las catedrales del comercio.
Hoy, en esta sociedad desenganchada de la militancia religiosa, política y social, las Navidades son fiestas a la carta. Cada Yo elige un menú a su medida, eso sí, un menú light, bajo en calorías, estimulado por burbujas en cadena y felicitaciones imbéciles de bancos, empresas y supermercados.
Resuena, en medio de los villancicos, notas más folclóricas que religiosas, el Viva las Navidades. La Navidad de Belén, del niño, del hijo y hermano, del Mesías, del Salvador, oculta e ignorada ayer, hoy se va perdiendo de la memoria colectiva.
Los cristianos, los de verdad, son los que quieren vivir la Navidad sin la anestesia que inyecta el príncipe de este mundo.
Los cristianos, los de verdad, son los que no han perdido la memoria y saben que Dios existe y nos da su hijo y en él nosotros nacemos cada día.
Los cristianos, los de verdad, son los que ayudan a los desmemoriados a hacer memoria del Día 0 de la historia. Y a los anestesiados los despiertan a su verdadero ser.
En Navidad nació el Amor y desde ese Día hasta hoy hemos conocido que Dios es Amor, sólo Amor y nada más que Amor.
La Navidad es la primera Oda al Amor y la Alegría.
Los cristianos, de puntillas, temblorosos y agradecidos, nos asomaremos a la cuna para besar y recibir el beso del Amor.
A TODOS y a TODAS, bendita y feliz NAVIDAD.


 

 
  
 



domingo, 21 de diciembre de 2014

La homilía de don Julían para el domingo 21 de Diciembre


.21 Diciembre. 4 Adviento. Lc 1, 26-28.


Ustedes saben que la palabra “amén”, de raíz hebrea, significa “así es”, “así sea”. Saben que Cristo en el Apocalipsis es denominado “Amén” (Ap 3, 14) ya que es el testigo de la verdad, es la verdad de Dios. Saben que “Fiat” significa “hágase”. “En el momento en que María pronunció la palabra Fiat, sucedió algo más grande que cuando Dios dijo “fiat luz” = “hágase la luz”, en el momento de la creación. ¿Por qué? Porque ahora no se trataba de la luz del sol, sino el Hijo de Dios en carne humana. ¡Fíjense! La Virgen María, lo femenino de la creación, se convierte en portadora de los dones que Dios concede a los hombres.

Y la Vida de la Virgen María resume su vida en cuatro palabras: “Amén” o “Fiat”, y por estas cuatro palabras, Dios es todo un hombre y un hombre todo Dios. Por el “amen” que Dios pronunció en la creación, surgieron estrellas y planetas, montes y mares, plantas y animales y el hombre. Por el “amén” de la Virgen María surge una nueva creación para que “donde abundó el pecado sobreabundó la gracia”.

Durante la Misa, los cristianos que participamos en ella, decimos varias veces “amén”. ¿Somos conscientes de lo que decimos? Una cosa es decir “amén” y otra es “vivir el amén”. La Virgen María vivió el “Amén” durante su vida.

El “amén” hay que pronunciarlo más con el corazón que con los labios porque el corazón tiene más fuerza que los labios.

La Virgen María siempre actúa con el corazón y muy pocas veces con palabras. ¡Pocas palabras y muchas obras!

Recuerden esa hermosa historia en la que se dice que un día Jesús le dijo a san Pedro: “Oye, Pedro, creo que dejas entrar en el cielo a personas que son algo sospechosas”. San Pedro le respondió: “Lo sé, lo sé, Señor. ¡Yo no soy el culpable! Yo no les dejo entrar, pero cuando menos lo espero alguien abre la puerta de servicio y…”. “¿Y quién hace eso?” – le preguntó el Señor. San pedro le respondió: “¡Tu Madre, María!”. Jesús comenzó a reír con grandes carcajadas, y dándole unas palmaditas en los hombros de san Pedro, le dijo: “¡No podía ser nadie más que Ella! El corazón de mi Madre siempre estuvo abierto a la voluntad de Dios, abierto a los necesitados, abierto a los indefensos… y para ellos sigue abierto aquí en el Cielo.

Hay una canción que dice:                                        

El mundo muere de frío,

el alma perdió el calor;

los hombres no son hermanos,

el mundo no tiene amor.

Al mundo le falta vida,

al mundo le falta luz,

al mundo le falta el Cielo

al mundo le faltas Tú.
 
Ven, ven  Señor no tardes
 
Ven, ven que te esperamos
 
 
                                                        .-o-O-o-,

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Quien tiende las manos....


QUIEN TIENDE LAS MANOS.....

Quien tiende las manos, quien da calor, y quien no pide nada, sabe de amor.

Quien cada mañana saluda alegre al sol, quien es fuerte, quien vive, sabe de amor.

Quien no se retira, quien cuida el calor, quien no cierra las puertas, sabe de amor.

Quien siempre espera del otro lo mejor y quien nunca se cansa, sabe de amor.

Quien tiene en su vida sólo una obsesión, quien acoge las cargas, sabe de amor.

Quien tiene escondida su fuerza en una cruz, es que ha recibido de Dios la luz

Quien fuerte proclama que Dios es Salvador es que ha conocido que Dios es Amor.






domingo, 14 de diciembre de 2014

La homilía de Don Julián para el domingo 14 de diciembre, 3º domingo de Adviento

. 14 Diciembre. 3 Adviento. Jn 1, 6-8, 19-28.

“Desbordo de gozo con el Señor” (1ª lectura)

“Se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador” (Salmo)

“Estad siempre alegres” (2ª Lectura)

“Yo soy el Mesías” (Evangelio).

¿Recuerdan cómo comienza nuestra Redención? Un Ángel se le presenta a una joven Nazarena llamada Miriam y le dice: “Alégrate” y el último libro de la Biblia, el Apocalipsis, termina: “Alegraos, cielos, y los que habitáis en ellos”.

Así que, los cristianos tenemos firmes y verdaderos motivos para estar alegres y también para ser fuentes de alegría y esperanza para todos los pueblos. Pero ¿y por qué muchas veces ni estamos alegres y menos somos fuentes de alegría? Por qué no somos humildes como Juan el Bautista. Humildes para reconocer que nosotros no somos “mesías”, ni somos la Palabra de Dios, sino que somos sólo su voz, los portadores de su alegría y de su Palabra.

Los primeros cristianos se reunían para la fracción del pan, para la Eucaristía. Pero lo hacían “con alegría y sencillez de corazón”(Hech 2, 44-46) ¿Venimos a Misa con alegría y sencillez?

  • La humanidad sin alegría, cae en el pesimismo.
  • La alegría sin humildad, cae en el narcisismo.

¿Somos alegres y humildes?

Si queremos ser buenos discípulos de Cristo tenemos que ser su voz, su mensaje, sus obras y hacerlo con el mayor amor y sin soberbia.

En algún sitio leí que en la casa de Dios, y también en la Iglesia, no vale nada ser profesionales. Lo que realmente vale es ser testigos de Cristo. ¿Por qué este Papa, Obispo, Sacerdote, padreo madre de familia, anciano o joven y hasta un niño son buenos y son espejos de Dios?

Porque son testigos de Jesucristo.

Muchos políticos o gente sencilla, suelen decir: “No estamos para fiestas, no tenemos motivos para la alegría”. Los cristianos debemos responderles que sí tenemos motivos: ¡El Amor de Dios jamás nos falta y Cristo nos salvó de la muerte eterna!

El rabino Hugo Grynn fue llevado a Auschwitz con su familia cuando era un niño. Una noche fría de invierno el padre de Hugo reunió a la familia en un barracón. Era la primera noche de la fiesta de Januca, fiesta judía de las luces (Celebrada durante ocho días, conmemora la derrota de los helenos y la recuperación de la independencia judía a manos de los macabeos sobre los griegos, y la posterior purificación del Templo de Jerusalén de los iconos paganos, en el siglo II a. C.) Hugo contemplaba con horror cómo su padre cogió la última manteca que les quedaba y la convertía con una tira de sus harapos en una vela. Papá no, gritaba Hugo. Esa manteca es el último alimento que nos queda. El padre encendió la vela y dijo: “Hijo mío, podemos vivir muchos días sin comida. No podemos vivir un minuto sin esperanza. Esta luz representa la esperanza. No dejes que dentro de ti se apague la esperanza”.

Adviento es la luz que nos recuerda que nunca debemos quedarnos sin esperanza.

Dios no quiere que su Iglesia sea una nevera para conservar una piedad sin frutos. Lo que Dios quiere es una Iglesia encubadora de luz, luz para todas las personas y más para los que están sin esperanza.

jueves, 11 de diciembre de 2014

¿Quién es Jesucristo?



Nació en una pequeña aldea, hijo de una mujer del campo. Creció en otra aldea, donde trabajó como carpintero, hasta que tuvo treinta años.

Después, y durante tres años, fue un predicador ambulante.

Nunca escribió un libro. Nunca tuvo un cargo público. Nunca tuvo una familia o una casa.

Nunca fue a la universidad. Nunca viajó a más de trescientos kilómetros de su lugar de nacimiento.

Nunca hizo nada de lo que se asocia con grandeza. No tenía más credenciales que él mismo.

Tenía sólo 33 años cuando la opinión pública se volvió en su contra. Sus amigos le abandonaron.

Fue entregado a sus enemigos, e hicieron mofa de él en un juicio. Fue crucificado entre dos ladrones. Mientras agonizaba, sus verdugos se jugaron sus vestiduras, la única posesión que tenía.

Cuando murió, fue enterrado en una tumba prestada por un amigo.

Han pasado veinte siglos y hoy es la figura central de nuestro mundo, el dirigente del progreso de la humanidad.

Ninguno de los ejércitos que marcharon, ninguna de las armadas que navegaron, ninguno de los parlamentos que se reunieron, ninguno de los reyes que reinaron, ni todos ellos juntos, han cambiado tanto la vida del hombre en la tierra como esta vida solitaria.

(De la revista chilena “Servicio”)



lunes, 8 de diciembre de 2014

La homilía de Don Julián para el 8 de diciembre, la Purísima Concepción de María


Un poco de historia. 8 Diciembre. Inmaculada. Lc 1, 26-38.


La primera referencia a la fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, procede de San Sebas del siglo V. También San Ildefonso, arzobispo de Toledo, estableció esta fiesta en España en el siglo VII que en el reino visigodo se celebraba el 18 de diciembre.

En los locutorios de los conventos, y la gran mayoría de los que acuden a confesarse, comienzan con el saluda de “Ave María Purísima” y se les responde “sin pecado concebida”. Murillo lo plasma en 27 representaciones. El rey Carlos III, propuso a las Cortes Españolas que la Inmaculada fuera declara Patrona de España y de todas sus posesiones.

Dios no puede estar donde hay contaminación de pecado, menos aún tomar sangre y cuerpo en un Cuerpo que el pecado hubiese tocado. Así, Dios, hizo a María la toda pulcra, la única criatura libre del Pecado. No es exageración, es pura lógica. Dios toma cuerpo en un Cuerpo jamás contaminado. “¡Nada hay imposible para Dios!”.

  • ¿Quién dice que el Paraíso no es posible?
  • ¿Quién dice que la Civilización del Amor es imposible?
  • ¿Quién dice que no se puede acabar con el hambre?
  • ¿Quién dice que el hombre es el lobo del hombre?
  • ¿Quién dice que la Esperanza es una quimera?

Si miramos al Virgen María, si la oímos decir al ángel, si. Si la vemos ponerse en camino, cruzar montañas para ser sierva de su parienta Isabel. Si la oímos diciéndole a su Hijo en la boca de Caná, que tiene que hacer algo para que no falte el vino. Si la vemos sufriente, pero serena al pie de la cruz en la que muere su Hijo… si oímos y vemos a María quedamos convencidos de que todo es posible si dejamos que Dios actúe en nosotros y a través de nosotros.

Ser la mano invisible de Dios.

Era un frío de diciembre en Nueva York… Un niño de diez años estaba parado frente a una tienda de zapatos en el camino, descalzo, apuntando a través de la ventana y temblando de frío.

Se acercó una señora al niño y le dijo: “Mi pequeño amigo, ¿Qué estás mirando con tanto interés en esa ventana?”. “Le estaba pidiendo a Dios que me diera un par de zapatos”, fue la respuesta del niño. La señora lo tomó de la mano y lo llevó adentro de la tienda, le pidió al empleado que le diera media docena de pares de calcetines para el niño. Preguntó si podría darle un recipiente con agua y una toalla. El empleado rápidamente le trajo lo que le pidió.

Ella se llevó al niño a la parte trasera de la tienda se quitó los guantes y le lavó los pies al niño, y se los secó con la toalla. Para entonces el empleado llegó con los calcetines. La señora le puso un par de los calcetines al niño y le compró un par de zapatos. Juntó el resto de pares de calcetines y se los dio al niño. Ella acarició al niño en la cabeza y le dijo: “¡No hay duda, pequeño amigo, que te sientes más cómo ahora!”. Mientras ella daba la vuelta para irse, el niño la alcanzó de la mano. Mirándola con lágrimas en los ojos, contestó con estas palabras: “¿Es usted la esposa de Dios?”.

domingo, 7 de diciembre de 2014

La homilía de Don Julián para el domingo 7 de diciembre 2º de Adviento

. 7 Diciembre. 2 Adviento. Mc 1, 1-8.

El Deutero-Isaías, segundo Isaías, que vivió unos 200 años más tarde que el profeta Isaías, escribió los capítulos 40-55 del libro de Isaías. ¿Qué preguntan esos capítulos? Son una llamada a la esperanza, de forma que muchos lo denominan “El libro de la Consolación”, que el gran Haendel tomó muchos fragmentos para “El Mesías” “Consolad, consolad a mi pueblo”, “hablad al corazón de Jerusalén”.

Los creyentes, los católicos tenemos que dar vida al corazón del mundo triste y materialista hasta la exageración. Tenemos que ponernos en medio de nuestra sociedad para ofrecer esperanza y futuro.

Los cristianos tenemos la difícil, pero dulce tarea, de abrir senderos. Como esas personas que encabezan las marchas por la selva que con un machete van abriendo, desbrazando un sendero para los que le siguen. Los cristianos debemos abrir senderos de futuro, de esperanza. No a golpe de machete, sino de vida de evangelio. ¡Anunciar, anunciar que Dios nos ama y desbroza nuestro camino!

Un niño llorando entró en la habitación donde su padre estaba, y entre sollozos dijo: “Papá, Antoñito se ha marchado. Jugábamos al escondite, yo me escondí tan bien que él estuvo buscándome y como no me encontraba, se aburrió y se marchó. ¡No es justo! El papá le respondió: “No ha estado bien lo que ha hecho antoñito, pero ahora sabes cómo se siente Dios”. “¡No entiendo papá!” “Dios es el Niño de Belén, se escondió en un niño y las personas se cansaron de buscarlos y se dedicaron a otras cosas. No olvides, hijo, que Dios también se esconde en el pan y vino consagrados”. ¡Dios nunca se cansa de buscarnos!
  • ¿Nos escondemos de Dios?
  • ¿Nos cansamos de buscar a Dios en los demás?
Muchas personas se preguntan qué tienen que hacer para llenarse del Amor de Dios, para tener un corazón de Adviento, de Esperanza y de Futuro.

¿Recuerdan cómo comienza san Marcos su Evangelio? Dice: “Comienzo del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios” (Mc 1, 1). La palabra “Evangelio” es griega y significa “buena noticia” ¿Y qué buena noticia es? La buena noticia es cristo. La buena noticia es que Dios en Cristo fue uno de nosotros, menos en el pecado, y que “escondido” está entre nosotros y cuando obramos el bien, también en nosotros “¡El Creador nace de la criatura!” (S. Pedro Damiano).
¿Quién recuerda a los emperadores romanos, a los reyes del mundo de los tiempos de Jesús? Jesús nació en un establo y tres cuartas partes del mundo lo recuerdan y muchos lo aman.
Decía san Juan de Ávila: “Os maravilláis de los dones que Dios os concede. ¡Maravillaos más de que Dios nos ama tanto que se hizo hombre por nosotros!”.

¿Con qué actitud esperas a Cristo?
¿Esperas al Señor, sentado y pasivo como esperas el autobús?
¿Esperas al Señor esforzándote para mejorar el mundo?

                                                         .-o-O-o-.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

¿Cómo sería mi Parroquia si....?


- ¿Estaría la Iglesia vacía o a rebosar si todos la frecuentaran como yo ?
 
- ¿Cuántos grupos y reuniones habría si todos dedicaran el tiempo que dedico yo?
 
- ¿Cuántas personas enfermas, angustiadas, solitarias serían consoladas por la Iglesia si todos los feligreses actuaran como yo ?
 
-¿Cuántos niños y jóvenes asistirán a la catequesis si todos los feligreses tuvieran mis prioridades?
 
- ¿Sería una gran fuerza a favor de Jesucristo en medio del pueblo y el mundo si todos los feligreses fueran como yo ?
 
- ¿Cómo sería mi Paroquia si todos los feligreses fueran como yo?

No hay pecado en el fracaso. Sí, en no atreverse a arriesgar. A la Iglesia no se le ha confiado el Evangelio para que lo guarde. Se le ha confiado para que siembre en los corazones y se multiplique en el intercambio espiritual entre las personas.
 
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