viernes, 31 de mayo de 2013

CORPUS CRISTI

La Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo se ha venido celebrando desde hace muchísimos años en el jueves siguiente a la Solemnidad de la Santísima Trinidad. Así este año habría coincidido con la de San Fernando. Pero en España,como en otros países fue trasladada, para garantizar su celebración, al domingo siguiente, Este blog se ha encontrado en el dilema de suprimir el comentario a San Fernando o respetarlo. Se ha optado por lo último ya que el domingo, día de la celebración litúrgica ocupará el blog la habitual "Homilía de Don Julián".
Como es bien sabido en ese día se recuerda la Institución de la Eucaristía que se llevó a cabo el Jueves Santo durante la Última Cena cuando Jesús convirtió el pan y el vino en su Cuerpo y en su Sangre.
Parece que la institución de este día se debe a Santa Juana de Mont una monja agustina nacida en 1193.que tuvo una extraordinaria veneración por la Eucaristía y que promovió su devoción y fue tanto su entusiasmo y devoción por la conmemoración que al fin el Papa Urbano IV, el 8 de septiembre de 1264 ordenó la celebración del Corpus Christi en el jueves que sigue al domingo  de la solemnidad de la Santísima Trinidad. La Fiesta fue confirmada en 1311 por Clemente V.
En España la celebración adquiere notable expresión en muchas ciudades donde se celebran procesiones que tienen un gran arraigo popular, como por ejemplo Toledo, Granada y otras.
Ademas, y con el simbolismo de la donación de Jesús se celebra también una cuestación en favor de Cáritas bajo la denominación de Día Nacional de Caridad..

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jueves, 30 de mayo de 2013

SAN FERNANDO

Hoy, 30 de mayo, la Iglesia celebra la festividad de San Fernando. Fernando, el tercero de los de su nombre, Rey de Castilla y León, es reputado por muchos historiadores como uno de los mejores reyes de su época , alguno dice que fue" el más grande y glorioso de todos los monarcas de la Edad Media.".
Nació en un una modesta posada camino de Zamora en la que su madre se había detenido a descansar. Y en ella le vino la hora de dar a luz. Era Doña Berenguela, Reina de Castilla y esposa de Alfonso IX Rey de León. Aquella posada en la que nació San Fernando estaba en Peleas de Arriba, municipio de la provincia de Zamora y la fecha, en la que no todos están de acuerdo parece que fue la de 24 de junio de 1199. Así pues dentro de poco se cumplirán 814 años de tal acontecimiento. Y acontecimiento fue, puesto que su reinado estuvo jalonado de numerosos éxitos tanto políticos como militares. Y todo ello presidido por una gran religiosidad y una inquebrantable adhesión a los principios de la fe, dando con ello ejemplo a los súbditos y a la corte y la nobleza.
La historia política le recuerda sobre todo por sus conquistas militares que le dieron fama y renombre ya que empeñado como estaba su Reino en recuperar el territorio ocupado desde hacia casi quinientos años por los fieles al islam, no quiso perder la ocasión de recuperar las plazas más importantes. Y puso en ello su mejor empeño.Así se recuperaron Jaen, Córdoba, Sevilla y otras menos importantes.
Casó con la Princesa Beatriz, hija del Emperador de Romanos Felipe Rey de Suabia.
Un hecho poco citado es que Fernando III el Santo, encomendó a un Colegio de doce hombres sabios la redacción del "Libro de la nobleza y la Lealtad" que vino a ser un a modo de constitución de normas de comportamiento del rey y la Corte para mejorar el gobierno del reino.
Fernando III murió en Sevilla a los 52 años de edad. Y la piedad y la confianza en su fe de que dió muestras al morir ha sido objeto de la iconografía tratando de mostrar tan ejemplar conducta.

Fernando III fue canonizado el 7 de diciembre de 1672 y ....además de todos sus hechos históricos, el testimonio dado de su fe y los méritos políticos, además de eso da nombre y es Santo Patrón de mi Parroquia. Por eso hoy he querido rendirle este pequeño homenaje.

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miércoles, 29 de mayo de 2013

PROPORCIONES


Si pudiésemos reducir la población de la Tierra a una pequeña aldea de exactamente 100 habitantes, manteniendo las proporciones existentes en la actualidad, sería algo como esto:
Habría 57 asiáticos, 21 europeos, 14 personas del hemisferio oeste (tanto norte como sur) y 8 africanos.
52 serían mujeres.
48 hombres.
70 no serian blancos.
30 serian blancos.
70 no cristianos.
30 cristianos.
15 Católicos
99 heterosexuales.
1 homosexuales.
6 personas poseerían el 59% de la riqueza de toda la aldea y los 6 (sí, 6 de 6) serían norteamericanos.
De las 100 personas, 80 vivirían en condiciones infrahumanas.
70 serian incapaces de leer.
50 sufrirían de mal nutrición.
1 persona estaría a punto de morir.
1 bebé estaría a punto de nacer.
Sólo 1 (sí, sólo 1) tendría educación universitaria.
En esta aldea habría 1 persona con computadora.
Al analizar nuestro mundo desde esta perspectiva tan comprimida es cuando se hace más aparente la necesidad de aceptación, entendimiento, tolerancia y educación.
Otras cuestiones para reflexionar...
Si te has levantado esta mañana con más salud que enfermedad, entonces eres más afortunado que los millones de personas que no sobrevivirán esta semana.
Si nunca has experimentado los peligros de la guerra, la soledad de estar encarcelado, la agonía de ser torturado o las punzadas de la inanición, entonces estás por delante de 500 millones de personas.
Si puedes acudir a la iglesia sin temor a ser humillado, arrestado, torturado o muerto... entonces eres más afortunado que 3.000 millones (3.000.000.000) de personas en el mundo.
Si tienes comida en la heladera, ropa en el armario, un techo sobre tu cabeza y un lugar donde dormir, eres más rico que el 75% de la población mundial.
Si guardas dinero en el banco, en tu cartera y tienes algunas monedas en el cajón... ya estás entre el 8% más rico de este mundo.
Si tus padres aun viven y están casados... eres una persona MUY RARA.
Si puedes leer estas líneas eres mucho más afortunado que los más de 2.000.000.000 de personas en este mundo que no pueden leer.

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domingo, 26 de mayo de 2013

La homilia de D. Julián en la Festividad de la Trinidad


S. Trinidad (26 Mayo)
S. Juan 16, 12-15

“Cuando venga él, el Espíritu de la Verdad”
Sólo Dios tiene, es, la Verdad. Cuando decimos u oímos a alguien decir: “¡Ésta es la pura verdad!”, deberíamos responderle: “Esa es tu verdad”. Tu verdad, mi verdad, la verdad de aquel… pero la verdad es Dios. Pilato preguntó a Jesús: “¿Y qué es la verdad?”. Jesús no le respondió. ¿Por qué? ¿Por qué no le respondió? Porque Pilato no buscaba la verdad, buscaba una justificación a su cobardía: Condenar a muerte a un inocente.
Recordemos, una vez más, a San Agustín paseándose por la playa. Ve a un jovencito que ha hecho un hoyo en la arena y con un cubo va cogiendo agua del mar y echándola en el hoyo. Después de un buen rato observando. San Agustín le pregunta: “¿Qué pretendes hacer?”. EL adolescente le responde: “Voy a coger toda el agua del mar y meterla en mi hoyo”. “¡Eso es imposible”, le dice san Agustín. El adolescente se le queda mirando y le responde: “Más imposible es meter en tu cabeza, en tu razón, en tu conocimiento un misterio de Dios y tú quieres hacerlo con el Misterio Trinitario”. ¿Quién era ese joven que dice esto? Se supone que un ángel.
La Santísima Trinidad ¿es un misterio que nos aburre? ¡No! Nuestra manera de pensar yd e expresar es lo que es puro aburrimiento. Todos los misterios de Dios son alegres, como tesoros que vamos a descubrir. Lo que sucede es que en vez de admirarnos por lo que Dios es y por lo que nos ama, intentamos entenderlo y explicarlo como si los Misterios fueran teorías matemáticas. El amor de unos esposos por sus hijos, ¿en qué ecuación matemática entra?
Quizás en vez de preguntarnos cómo es Dios, lo que hay que hacer es amar a Dios, confiar en Él, ponernos en sus manos. Dios se da a conocer en el Amor no en silogismo teológicos.
Una niña está con su madre en Misa. Ve venir a la gente de comulgar y le dice a su madre: “Me parece que yo no querré hacer la primera comunión”. ¿Por qué? Porque la oblea que dan debe amargar. ¡No es amarga, hija! Es pan. Pues entonces, ¿por qué ponen esa cara tan rara los que vienen de comulgar?”


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sábado, 25 de mayo de 2013

Aniversario de la Aparición de la Virgen del Prado, Patrona de Ciudad Real

D. Francisco del Campo Real, Canónigo de la S.I. Catedral de Ciudad Real, Penitenciario, Delegado para la Causa de los Santos, Historiador....que me honra con su amistad, y muy conocido y admirado por mis amigos, ha intervenido en algunas de las predicaciones del novenario de la la Virgen del Prado, Patrona de Ciudad Real que se celebra en recuerdo de su aparición el 25 de mayo de 1088 y renovando el Voto de Fidelidad de la Ciudad a su Patrona.

En el octavo día de  ese novenario de este 2013, D.Francisco ha pronunciado la siguiente homilía:


 

"LA VIRGEN Y EL PAPA FRANCISCO


        
Esta tarde, penúltimo día de nuestro tradicional novenario, estamos aquí como todos los días anteriores ante María, Madre de Dios y Madre nuestra. Hemos rezado bajo su guía maternal para que nos conduzca a estar cada vez más unidos a su Hijo Jesús, le hemos traído nuestras alegrías y nuestros sufrimientos, nuestras esperanzas y nuestras dificultades, la hemos invocado con la bella advocación del PRADO, pidiendo para todos nosotros, la fidelidad y permanencia en la fe precisamente en este año que celebramos el AÑO DE LA FE, TENIENDO COMO MODELO A NUESTRO PAISANO San Juan de Ávila, proclamado Doctor de la Iglesia. Nuestra petición de FIDELIDAD.

         Fidelidad, sí, porque María, la Virgen Fiel nos da la salvación,  es nuestra salud, porque es la SIN PECADO, única enfermedad que nos aparta de la Salvación. Jesucristo, con su Pasión, Muerte y Resurrección, nos trae la salvación, nos dona la gracia y la alegría de ser hijos de Dios, de llamarlo en verdad con el nombre de Padre. Y María, Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo y Esposa del Espíritu Santo está siempre de continuo a nuestro lado como Madre nuestra, animando, consolando y confortándonos.
         Quince son los rasgos, según el Papa Francisco, que nos dicen lo que es la Virgen María. No descenderé a todos por motivo de brevedad:
María es madre y una madre se preocupa sobre todo por la salud de sus hijos, sabe cuidarla siempre con amor grande y tierno. La Virgen custodia nuestra salud. ¿Qué quiere decir esto? Pienso sobre todo en tres aspectos: nos ayuda a crecer, a afrontar la vida, a ser libres.Sencilla, clara y eficaz pedagogía del Papa Francisco.

1. Una mamá ayuda a los hijos a crecer y quiere que crezcan bien, por ello los educa a no ceder a la pereza – que también se deriva de un cierto bienestar – a no conformarse con una vida cómoda que se contenta sólo con tener algunas cosas. La mamá cuida a los hijos para que crezcan más y más, crezcan fuertes, capaces de asumir responsabilidades, de asumir compromisos en la vida, de tender hacia grandes ideales. El Evangelio de san Lucas dice que, en la familia de Nazaret, Jesús “ iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él ” (Lc 2, 40). La Virgen hace precisamente esto con nosotros, nos ayuda a crecer humanamente y en la fe, a ser fuertes y a no ceder a la tentación de ser hombres y cristianos de una manera superficial, sino a vivir con responsabilidad, a tender cada vez más hacia lo alto.

2. Una mamá además piensa en la salud de sus hijos, educándolos también a afrontar las dificultades de la vida. No se educa, no se cuida la salud evitando los problemas, como si la vida fuera una autopista sin obstáculos. La mamá ayuda a los hijos a mirar con realismo los problemas de la vida y a no perderse en ellos, sino a afrontarlos con valentía, a no ser débiles, y saberlos superar, en un sano equilibrio que una madre “siente” entre las áreas de seguridad y las zonas de riesgo. Y esto una madre sabe hacerlo. Lleva al hijo no siempre sobre el camino seguro, porque de esta manera no puede crecer. Pero tampoco solamente sobre el riesgo, porque es peligroso. Una madre sabe equilibrar estas cosas. Una vida sin retos no existe y un chico o una chica que no sepa afrontarlos poniéndose en juego ¡no tiene columna vertebral!

 Recordemos la parábola del buen samaritano: Jesús no propone la conducta del sacerdote y del levita, que evitan socorrer al hombre que había caído en manos de ladrones, sino el samaritano que ve la situación de ese hombre y la afronta de una manera concreta. María ha vivido muchos momentos no fáciles en su vida, desde el nacimiento de Jesús, cuando para ellos “no había lugar para ellos en el albergue” (Lc 2, 7), hasta el Calvario (cfr. Jn 19, 25). Y como una buena madre está cerca de nosotros, para que nunca perdamos el valor ante las adversidades de la vida, ante nuestra debilidad, ante nuestros pecados: nos da fuerza, nos muestra el camino de su Hijo.

Jesús en la cruz le dice a María, indicando a Juan: “¡Mujer, aquí tienes a tu hijo!” y a Juan: “Aquí tienes a tu madre”(cfr. Jn 19, 26-27). En este discípulo todos estamos representados: el Señor nos confía en las manos llenas de amor y de ternura de la Madre, para que sintamos que nos sostiene al afrontar y vencer las dificultades de nuestro camino humano y cristiano. No tener miedo de las dificultades. Afrontarlas con la ayuda de la madre.

3. Un último aspecto: una buena mamá no sólo acompaña a los niños en el crecimiento, sin evitar los problemas, los desafíos de la vida, una buena mamá ayuda también a tomar las decisiones definitivas con libertad. Esto no es fácil. Pero una madre sabe hacerlo, en este momento en que reina la filosofía de lo provisorio. Pero, ¿qué significa libertad?

Por cierto, no es hacer todo lo que uno quiere, dejarse dominar por las pasiones, pasar de una experiencia a otra sin discernimiento, seguir las modas del momento; libertad no significa, por así decirlo, tirar por la ventana todo lo que no nos gusta. La libertad se nos dona ¡para que sepamos optar por las cosas buenas en la vida! María como buena madre nos educa a ser, como Ella, capaces de tomar decisiones definitivas, con aquella libertad plena con la que respondió “sí” al plan de Dios para su vida (cfr. Lc 1, 38).

Queridos hermanos y hermanas, ¡qué difícil es, en nuestro tiempo, tomar decisiones definitivas! Nos seduce lo provisorio. Somos víctimas de una tendencia que nos empuja a lo efímero… ¡como si deseáramos permanecer adolescentes para toda la vida! ¡No tengamos miedo de los compromisos definitivos, de los compromisos que involucran y abarcan toda la vida! ¡De esta manera, nuestra vida será fecunda! Y ¡esto es libertad! Tener el coraje de tomar decisiones con grandeza.

Toda la existencia de María es un himno a la vida, un himno de amor a la vida: ha generado a Jesús en la carne y ha acompañado el nacimiento de la Iglesia en el Calvario y en el Cenáculo. La Salus Populi Romani es la mamá que nos dona la salud en el crecimiento, para afrontar y superar los problemas, en hacernos libres para las opciones definitivas; la mamá que nos enseña a ser fecundos, a estar abiertos a la vida y a ser cada vez más fecundos en el bien, en la alegría, en la esperanza, a no perder jamás la esperanza, a donar vida a los demás, vida física y espiritual.

Es lo que te pedimos esta tarde, Oh María (Salus Populi Romani, para el pueblo de Roma), para todos nosotros: dónanos la salud que sólo tú puedes donarnos, para ser siempre signos e instrumentos de vida”.

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viernes, 24 de mayo de 2013

24 de mayo, La Virgen María y la advocación de Auxiliadora de los Cristianos

El 24 de mayo de 1571 y bajo los auspicios del Papa San Pío V se firmaron los acuerdos de lo que se llamaría Santa Alianza mediante la cual los Estados Pontificios, Venecia y España organizarían una flota conjunta para rechazar a los turcos que amenazaban con adueñarse del Mediterráneo ya que en fecha muy reciente se habían hecho dueños de la isla de Chipre. La fuera militar resultante sería mandada por D. Juan de Austria y la expedición derrotaría unos meses más tarde a la temible flota turca en la denominada batalla de Lepanto que detuvo definitivamente a los turcos en su afan expansionista.
La flota cristiana fue puesta bajo la advocación de María Auxiliadora de los cristianos y la devoción a esta advocación creció en cuanto se supo del éxito de la armada cristiana amparada como había estado por la Virgen Auxiliadora.
Pero no paró ahí porque tres siglos más tarde un cura italiano, Juan Bosco, empeñado en la educación de los chicos que andaban abandonados por los barrios de Turin, se entregó a ellos y fundo lo que hoy es floreciente Congregación Salesiana, dedicada a la enseñanza de los jóvenes en todo el mundo. Y la Congregación fue puesta bajo la advocación de María Auxiliadora como garantía de la protección que la Virgen, al igual que hiciera en Lepanto, prestaria a quienes a ella se encomendaban para educar y rescatar a los jovenes.
En Turín, D. Bosco edificó un santuario dedicado a la Virgen Auxiliadora y desde entonces su devoción se ha extendido por todo el mundo y son innumerables las gracias obtenidas. El 24 de Mayo de cada año es su fiesta.

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jueves, 23 de mayo de 2013

Testigos




TESTIGOS

            Lucas describe el encuentro del Resucitado con sus discípulos como una experiencia fundante. El deseo de Jesús es claro. Su tarea no ha terminado en la cruz. Resucitado por Dios después de su ejecución, toma contacto con los suyos para poner en marcha un movimiento de "testigos" capaces de contagiar a todos los pueblos su Buena Noticia: "Vosotros sois mis testigos".
         No es fácil convertir en testigos a aquellos hombres hundidos en el desconcierto y el miedo. A lo largo de toda la escena, los discípulos permanecen callados, en silencio total. El narrador solo describe su mundo interior: están llenos de terror; solo sienten turbación e incredulidad; todo aquello les parece demasiado hermoso para ser verdad.
         Es Jesús quien va a regenerar su fe. Lo más importante es que no se sientan solos. Lo han de sentir lleno de vida en medio de ellos. Estas son las primeras palabras que han de escuchar del Resucitado: "Paz a vosotros... ¿Por qué surgen dudas en vuestro interior?".
         Cuando olvidamos la presencia viva de Jesús en medio de nosotros; cuando lo hacemos opaco e invisible con nuestros protagonismos y conflictos; cuando la tristeza nos impide sentir todo menos su paz; cuando nos contagiamos unos a otros pesimismo e incredulidad... estamos pecando contra el Resucitado. No es posible una Iglesia de testigos.
         Para despertar su fe, Jesús no les pide que miren su rostro, sino sus manos y sus pies. Que vean sus heridas de crucificado. Que tengan siempre ante sus ojos su amor entregado hasta la muerte. No es un fantasma: "Soy yo en persona". El mismo que han conocido y amado por los caminos de Galilea.
         Siempre que pretendemos fundamentar la fe en el Resucitado con nuestras elucubraciones, lo convertimos en un fantasma. Para encontrarnos con él, hemos de recorrer el relato de los evangelios: descubrir esas manos que bendecían a los enfermos y acariciaban a los niños, esos pies cansados de caminar al encuentro de los más olvidados; descubrir sus heridas y su pasión. Es ese Jesús el que ahora vive resucitado por el Padre.
         A pesar de verlos llenos de miedo y de dudas, Jesús confía en sus discípulos. Él mismo les enviará el Espíritu que los sostendrá. Por eso les encomienda que prolonguen su presencia en el mundo: "Vosotros sois testigos de esto". No han de enseñar doctrinas sublimes, sino contagiar su experiencia. No han de predicar grandes teorías sobre Cristo sino irradiar su Espíritu. Han de hacerlo creíble con la vida, no solo con palabras. Este es siempre el verdadero problema de la Iglesia: la falta de testigos.

José Antonio Pagola
Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
Contagia tu fe en el Resucitado. Pásalo.
22 de abril de 2012
3 Pascua (B)
Lucas 24, 35-48

miércoles, 22 de mayo de 2013

Va con nosotros


VA CON NOSOTROS

         El símbolo de Jesús como pastor bueno produce hoy en algunos cristianos cierto fastidio. No queremos ser tratados como ovejas de un rebaño. No necesitamos a nadie que gobierne y controle nuestra vida. Queremos ser respetados. No necesitamos de ningún pastor.
         No sentían así los primeros cristianos. La figura de Jesús buen pastor se convirtió muy pronto en la imagen más querida de Jesús. Ya en las catacumbas de Roma se le representa cargando sobre sus hombros a la oveja perdida. Nadie está pensando en Jesús como un pastor autoritario dedicado a vigilar y controlar a sus seguidores, sino como un pastor bueno que cuida de ellas.
         El "pastor bueno" se preocupa de sus ovejas. Es su primer rasgo. No las abandona nunca. No las olvida. Vive pendiente de ellas. Está siempre atento a las más débiles o enfermas. No es como el pastor mercenario que, cuando ve algún peligro, huye para salvar su vida abandonando al rebaño. No le importan las ovejas.
         Jesús había dejado un recuerdo imborrable. Los relatos evangélicos lo describen preocupado por los enfermos, los marginados, los pequeños, los más indefensos y olvidados, los más perdidos. No parece preocuparse de sí mismo. Siempre se le ve pensando en los demás. Le importan sobre todo los más desvalidos.
         Pero hay algo más. "El pastor bueno da la vida por sus ovejas". Es el segundo rasgo. Hasta cinco veces repite el evangelio de Juan este lenguaje. El amor de Jesús a la gente no tiene límites. Ama a los demás más que a sí mismo. Ama a todos con amor de buen pastor que no huye ante el peligro sino que da su vida por salvar al rebaño.
         Por eso, la imagen de Jesús, "pastor bueno", se convirtió muy pronto en un mensaje de consuelo y confianza para sus seguidores. Los cristianos aprendieron a dirigirse a Jesús con palabras tomadas del salmo 22: "El Señor es mi pastor, nada me falta... aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo... Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida".
         Los cristianos vivimos con frecuencia una relación bastante pobre con Jesús. Necesitamos conocer una experiencia más viva y entrañable. No creemos que él cuida de nosotros. Se nos olvida que podemos acudir a él cuando nos sentimos cansados y sin fuerzas o perdidos y desorientados.
         Una Iglesia formada por cristianos que se relacionan con un Jesús mal conocido, confesado solo de manera doctrinal, un Jesús lejano cuya voz no se escucha bien en las comunidades..., corre el riesgo de olvidar a su Pastor. Pero, ¿quién cuidará a la Iglesia si no es su Pastor?

José Antonio Pagola

Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
Da a conocer al Buen Pastor. Pásalo.
29 de abril de 2012
4 Pascua (B)
Juan 10, 11-18


martes, 21 de mayo de 2013

El sentido de nuestra vida aquí


Hablar no sólo con Dios, sino de Dios en el día de la solemnidad de la Santísima Trinidad. Los ateos dicen que el ser humano es el fruto del azar… El marxismo lo reduce a un dato económico, a una fuerza de producción, a un animal que tiene la capacidad de inventar las razones de su existencia. La sociedad actual lo convierte en un consumidor cuya salvación depende únicamente de que se reactive la economía y se resuelva la crisis. El Evangelio nos dice que somos hijos e hijas amadísimos de un Padre lleno de ternura.

Cuenta una leyenda que un joven enamorado llama a la puerta de su amada. Ella le pregunta:
– “¿Quién es?”.
Él contesta:
– “Soy yo”.
Pero ella le dice con dureza:
– “¡Vete!”
El joven se aleja profundamente enfadado y promete olvidarla para siempre. Viaja a lo largo del mundo, pero no consigue olvidarla. El amor lo lleva de nuevo a la puerta de su amada. Y se produce el mismo diálogo que la primera vez. Sólo que esta vez ella añade esta frase misteriosa:
– “Tú no me dices la única palabra que me permitiría abrirte la puerta”.
El joven marcha enfadado e intrigado. Esta vez no busca olvidar con largos viajes. Su amor apasionado lo lleva a buscar rincones solitarios para meditar largamente. Poco a poco la rabia y la pasión van dando paso a la sabiduría. Su amor es cada vez menos vehemente y más profundo. Han pasado varios años, vuelve tímido, humilde y todavía más enamorado. Llama discretamente a la puerta de su amada. Su voz pregunta:
— ¿Quién es?
El joven contesta en voz muy baja:
— SOY TÚ
E inmediatamente se abrió la puerta.
Es una leyenda oriental que como tantas otras nos ayudan a imaginar realidades imposibles de definir con nuestras pobres palabras, pero que nos ayudan un poco.
Efectivamente, Dios ha querido que le amemos de tal manera que, cuando al final de nuestra vida, llamemos a su puerta, podamos decirle:
— SOY TU. Soy Tú en mi. Soy yo en Ti.
Todo sería distinto si nos sintiéramos verdaderamente amados por Dios. Sólo quien se sabe amado puede amar. El misterio de Dios, el misterio de la Trinidad se reduce a la afirmación bíblica: “Dios es amor”. Este es el misterio de Dios.
De "SHEMÄ"

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jueves, 16 de mayo de 2013

¿ Cómo ve Usted a la Iglesia ?


¿Cómo ve usted a la Iglesia? ¿La ve vieja? ¿La ve algo perdida? ¿La ve joven y hermosa? Hay un refrán que dice: “Nada hay de verdad o de mentira, todo es del color con que se mira”.  ¿Con qué ojos mira usted a la Iglesia? ¿Olvida que también usted es Iglesia? Los católicos son el escaparate de la Iglesia. ¿Cómo ven a la Iglesia cuando lo ven a usted?
Usted es la Iglesia, es una parte de la Iglesia y sus pecados: odios, rencores, murmuraciones, calumnias, egoísmos… ensucian  a la “Igle­sia” igual que los pecados de los sacerdotes y los obispos. ¿Quiere usted que la Iglesia aparezca ante la sociedad, hermosa, bella a los ojos y fascinante a los corazones? Pues comience por ser usted “mejor católico”. Si el sacerdote de su parroquia no es del todo perfecto o incluso es poco ejemplar para usted, más que un motivo de crítica, debe ser ímpetu para ser usted un excelente católico. ¡La imagen de la vieja Iglesia que da el Sacerdote, contrarréstela con la imagen de joven que de la Iglesia da usted!
Pero ningún católico debe escandalizarse de ver a la Iglesia santa y pecadora. Entre los doce Apóstoles que escogió el Señor, uno, Judas, lo vendió por unas monedas y san Pedro, el primer Papa, negó conocer al Señor, ante una criada. La Iglesia nunca será totalmente “perfecta”, pues sólo Dios es perfecto y todas las personas tenemos mucho de santas y algo de pecadoras.
¿Le quita a usted la fe el que san Pedro negara conocer al Señor o que Judas Iscariote lo vendiera por unas monedas? ¡No! ¿Entonces por qué dice que los curas le quitan la fe? La fe es un don de Dios que Él mismo concede a quien se lo pide, y sólo aquel que no cuida ese don, la fe, lo pierde, o lo deja morir, por no alimentarlo frecuentando los sacramentos.


En este año de la Fe, usted y yo, debemos esforzarnos en ser buenos católicos. ¿Cómo? Los pecados nos hacen viejos, feos, repugnantes. La gracia nos hace ser jóvenes, atractivos, envidia­bles. Así que procuremos vivir en gracia.
Seamos buenos católicos, esca­parates excelentes de la Iglesia, que los alejados o no creyentes al vernos se sientan fascinados por los hijos de la Iglesia y se digan a sí mismos: “¡Yo quiero pertenecer a esa familia!”.´

De la revista "SHEMA" 2013 especial Iglesia 1.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Valores Evangélicos "versus" deseos insatisfechos y frustaciones.


El cristiano, con los valores evangélicos, se compromete a vivir su vida de una manera concreta, como Cristo, su Maestro y se obliga:
— A rechazar el egoísmo abriéndose al otro, con generosidad, con solidaridad y justicia.

— A rechazar toda clase de injusticia siendo ecuánime.
— A rechazar la indiferencia ante los demás con espíritu de aceptación, comprensión, acogida, interés.
— A rechazar la mentira, el engaño, la falsedad, la hipocresía, la apariencia, y apostar por la búsqueda constante de la verdad.
— A rechazar la influencia esclavizante de la publicidad, del consumo, del materialismo, por la libertad de espíritu.
— A rechazar la violencia, las tensiones, las venganzas,el odio, por la amistad, compañerismo, amor.

El hombre de hoy sufre por la cantidad de deseos insatisfechos, incontrolados que encuentra en su camino diario.
Constantemente está siendo bombardeado con invitaciones: ¿Quieres ser feliz? Comprate este coche, esta casa, este electrodoméstico. ¿Quieres disfrutar del paraíso? Haz un viaje en un transatlántico, visita estas islas, báñate en tal playa… ¡Pero no encuentra en todo eso la felicidad que le reclama su corazón! Y su insatisfacción va creciendo. Tenemos que recordar las palabras de San Agustín: “Señor, nos has hecho
para Ti, y nuestro corazón no descansará hasta que descanse en Ti”. Se es feliz cuando no se quiere otra
cosa que la que Dios quiere de nosotros, pues Dios quiere que seamos felices y nos ofrece la oportunidad
de serlo practicando la Fe, la Esperanza y la Caridad.

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lunes, 13 de mayo de 2013

Homilías de Benedicto XVI


Jesús metió sus dedos en los oídos del sordomudo, puso un poco de su saliva en la lengua del enfermo y dijo:  "Effetá", "Ábrete". El evangelista nos conservó la palabra aramea original que pronunció Jesús en esa ocasión, remontándonos así directamente a ese momento. Lo que allí se nos relata es algo excepcional y, sin embargo, no pertenece a un pasado lejano:  eso mismo lo realiza Jesús a menudo, de modo nuevo, también hoy. En nuestro bautismo él realizó sobre nosotros ese gesto de tocar y dijo:  "Effetá", "Ábrete", para hacernos capaces de escuchar a Dios y para devolvernos la posibilidad de hablarle a él. Pero este acontecimiento, el sacramento del bautismo, no tiene nada de mágico. El bautismo abre un camino.
Nos introduce en la comunidad de los que son capaces de escuchar y de hablar; nos introduce en la comunión con Jesús mismo, el único que ha visto a Dios y que, por consiguiente, ha podido hablar de él (cf. Jn 1, 18):  mediante la fe, Jesús quiere compartir con nosotros su ver a Dios, su escuchar al Padre y hablar con él. El camino de los bautizados debe ser un proceso de desarrollo progresivo, en el que crecemos en la vida de comunión con Dios, adquiriendo así también una mirada diversa sobre el hombre y sobre la creación. El evangelio nos invita a caer en la cuenta de que tenemos un defecto en nuestra capacidad de percepción, una carencia que al principio no reconocemos como tal, porque precisamente todo lo demás se nos impone con su urgencia y racionalidad; porque, aunque ya no tengamos oídos para escuchar a Dios ni ojos para verlo, aunque vivamos sin él, aparentemente todo se desarrolla de un modo normal. Pero, ¿es verdad que todo se desarrolla de un modo normal cuando Dios falta en nuestra vida y en nuestro mundo?

Homilía, Munich, 10 settembre 2006

domingo, 12 de mayo de 2013

La Homilía de D. Julián del Domingo de la Ascensión



Todos conocemos a personas que quieren ascender, subir para
mandar, pisar, explotar o incluso dominar a los demás.


Jesús, en cambio, sube para bendecirnos, ayudarnos y darnos ejemplo de que el más importante es quien es capaz de “servir”, de dar la mano para levantar al caído.

Jesús, subió a la Cruz, no para acusar o condenar, sino para perdonar, para servirnos con su amor y redención.

Y ahora que Jesús Asciende a los Cielos, ¿qué ocurre con nosotros? Jesús nos da la respuesta: Ahora “vosotros sois mis testigos”. ¡Haced lo que yo he hecho, hablar como yo he hablado, tratar a los demás como yo os he tratado!

Al reconstruir una Iglesia bombardearla en la II Guerra Mundial, sacaron entre los escombros una tabla de Cristo Crucificado, pero le faltaban las piernas y los brazos. ¿Qué hacer con esa imagen?
Unos propusieron mandarla a restaurar, pero se impusieron los que dijeron que fuera así colocada en el Altar Mayor con unas letras como si fueran palabras de Cristo mismo: “Ahora mis brazos y mis piernas sois vosotros”.

Efectivamente, nosotros somos miembros de la Iglesia, nosotros el Cuerpo y Cristo la cabeza. Y si somos buenos cristianos tenemos que ser los brazos de Cristo. ¡Ayudar a levantarse al caído, ofrecer pan al hambriento, acariciar a las personas rotas por las desdichas! Tenemos que ser las piernas y los pies de Cristo. ¡Cargar sobre nosotros las ofensas sin ofender; ir delante de los no creyentes señalándoles el camino que conduce a Cristo; ser las piernas de los que no se sienten con fuerzas para vivir con la dignidad de cristianos!

Un día le pedí a Dios instrucciones para vivir en esta tierra, valle de lágrimas. Dios se acercó su voz a mi oído y me digo:

  • Sé como el día, que llega y se retira sin alardes
  • Sé como agua de manantial, buena y transparente.
  • Sé como el oasis, que da agua al desierto
  • sé como los pájaros, come, canta, bebe y vuela
  • sé como las flores, enamoradas del sol, pero fieles a sus raíces
  • sé como el río, siempre adelante.
y sobre todas las cosas:

SÉ COMO EL CIELO: morada de Dios

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viernes, 10 de mayo de 2013

El hombre en cuanto imagen de Dios,,,,,,


El hombre, en cuanto imagen de Dios, está también llamado al descanso y a la fiesta. El relato de la creación concluye con estas palabras: «Y habiendo concluido el día séptimo la obra que había hecho, descansó el día séptimo de toda la obra que había hecho. Y bendijo Dios el día séptimo y lo consagró» (Gn 2,2-3). Para nosotros, cristianos, el día de fiesta es el domingo, día del Señor, pascua semanal. Es el día de la Iglesia, asamblea convocada por el Señor alrededor de la mesa de la palabra y del sacrificio eucarístico, como estamos haciendo hoy, para alimentarnos de él, entrar en su amor y vivir de su amor. Es el día del hombre y de sus valores: convivialidad, amistad, solidaridad, cultura, contacto con la naturaleza, juego, deporte. Es el día de la familia, en el que se vive juntos el sentido de la fiesta, del encuentro, del compartir, también en la participación de la santa Misa. Queridas familias, a pesar del ritmo frenético de nuestra época, no perdáis el sentido del día del Señor. Es como el oasis en el que detenerse para saborear la alegría del encuentro y calmar nuestra sed de Dios.
Homilía,  Encuentro Mundial de las Familias, Parque del Bresso, 3 de junio de 2012

miércoles, 8 de mayo de 2013

PADRES....¡¡¡EDUCAR A VUESTROS HIJOS !!!

Los que piensan que la religión cristiana es algo que pertenece al pasado, no parecen encontrar una moral alternativa que inculque a los hombres y mujeres la moderación voluntaria de sus impulsos egoístas y de los comportamientos narcisistas. Y que fomente el amor al prójimo, incluso al enemigo. Y que crea en el perdón y en la reconciliación.

Se ha dedicado mucho tiempo y mucha energía en desacreditar la religión del amor, de la misericordia, del "como a ti mismo", en la esfera pública.

No queda tiempo para que nadie nos recuerde que "es bueno ser bueno".

Los medios de comunicación nos muestran a los que protestan y gritan a veces a costa de los que trabajan y crean. Parece inevitable. ¿Es que no tiene que haber en la vida ganadores y perdedores, super ocupados y parados, exitosos y fracasados, como en el deporte? El ideal sería que no fuera así, pero...Dos hermanos reciben la misma herencia y uno la mantendrá o multiplicará, en tanto que el otro...

Conviven los egos hinchados en todo tipo de relación: familiar, conyugal, amistad. Nadie nos recuerda que no somos el centro del mundo, que estamos referidos al otro y a los otros y a Alguien superior, que es buena la actitud de respeto reverencial, de asombro y alabanza. ¡ No somos dueños del mundo ! La ejemplaridad es una dimensión importante para la sociedad, no solo la ejemplaridad en los negocios y los impuestos, también en las relaciones de honestidad y fidelidad. Si no eres honesto contigo no lo serás con nadie. ¡No te mientas! ¡Sé sincero!.

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martes, 7 de mayo de 2013

LA FE PUESTA EN ACCIÓN....


La fe puesta en acción es la que cautiva y atrae. En un mundo en el que estamos saturados y cansados de escuchar palabras bonitas y llenas de buenas intenciones, siempre sorprende y es buena noticia la de aquella persona que las pone en práctica y hace lo que dice cueste lo que cueste. Y en eso consiste la grandeza y el poder de la fe. Que hace obrar en lo que se cree. La fe percibe el Amor de Dios y no puede quedarse, sin más, en el interior. Necesita salir al exterior y manifestarse a través de lo que se dice, se hace o de lo que se persigue. Quienes tengan la dicha de encontrarse en su vida una persona que vive esta fe, tendrán la oportunidad de escuchar a través de sus palabras o de sentir a través de sus obras, la presencia de Dios, y Dios entonces les invita a dejarse querer por Él. Dios mismo les estará hablando y amando en persona.



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lunes, 6 de mayo de 2013

¿Es Jesús la solución a los males del mundo?

Pues sí. Esa es la liberación auténtica, la que se preocupa por la liberación de las esclavitudes indignas a las que tantos han sido arrojados; pero también predica que no es todo liberación del tiempo y del espacio, la de la tierra, sino la que está completa, la cristiana, la que Cristo nos ofrece en  su persona.
No hay ejemplar mejor del hombre libre, independiente de todas las alturas del sistema de la tierra, que este Cristo que se presenta ante el mundo completamente autónomo, independiente, perteneciente a una clase, a una categoría, a un mundo que se llama humanidad.
Por eso la redención de Cristo no ha terminado con ese episodio de la Resurrección. Es algo más grande.


Cuando se habla de la Iglesia hay que hacerlo con un sentido de reparación, porque se la está ofendiendo mucho, porque a la Iglesia se la considera únicamente como un sistema humano y se la está acusando con muchas calumnias indignas.
Y es a la luz de Cristo resucitado en que la Iglesia presenta el rostro de Cristo paciente, expuesta a que la escupan, a que la la tiguen, a que la infamen.
Pero sabe que por dentro en su corazón, lleva la esperanza, la gran misión de Cristo. Cristo encomendó el encargo de anunciar su resurrección a su Iglesia.

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